La automoción en vilo: la falta de suministro amenaza con ajustes de empleo en 2022
Los efectos por la pandemia y la falta de suministro de piezas derivada del impacto de la crisis de los semiconductores ha provocado que el sector de la automoción se enfrente a un desplome de las unidades producidas en las factorías españolas y un desplome de la venta de coches por la escasez de stock. La ‘tormenta perfecta’. Un escenario que no está previsto que cambie en 2022 y que podría provocar la aplicación de planes de ajustes de empleo en toda la cadena de valor del automóvil con la entrada del nuevo año.
Varios representantes sindicales de distintas factorías españolas han confesado en conversaciones con este diario su preocupación por la situación que atraviesa el sector de la automoción. «Primero fue la crisis del coronavirus que nos obligó a cerrar las factorías a cal y canto durante algo más de dos meses, e incluso tres en alguno casos, y ahora es la fatal de suministro en todo la cadena de valor la que nos ha obligado a trabajar durante todo un año a medio gas. Esto, va a provocar que muchos fabricantes registren caídas en su producción de hasta un 50% en comparación con el año duro de la pandemia, esto es casi un desplome de casi el 70% respecto a los niveles pre-Covid-19», explican las citadas fuentes.
«Este escenario va a tener un claro impacto en el empleo del sector de la automoción», avisan. Además, aseguran que «ya se han comenzado a romper contratos temporales y a aplicar planes de recolección de personal a otras factorías -este es el caso de Stellantis Zaragoza o Renault Palencia-“.
Ante este escenario, las citadas fuentes reconocen que «los proveedores de la cadena de valor de la automoción están siendo los más afectados, pero esperamos que con la entrada del nuevo año, con ello la actualización de los planes estratégicos de las marcas, se planten expedientes de regulación de empleo (ERE) en toda la cadena de valor para adaptar las cargas de trabajo a la plantilla».
A la espera de las ayudas del Gobierno
El sector en bloque continúa a la espera de la publicación de las bases del PERTE de vehículo eléctrico y conectado, que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció a bombo y platillo el pasado mes de julio, con una inversión de 4.300 millones para impulsar la transición de la movilidad de combustión a la de ‘cero emisiones’. Unas ayudas que ya acumulan un mes con retraso y que las citadas fuentes temen que «lleguen demasiado tarde», lo que podría provocar la perdida de nuevos proyectos para relanzar la industria de la automoción hacía la electrificación.
Los sindicatos han exigido al Gobierno que se modifiquen algunas condiciones para acceder a las ayudas para que más empresas puedan optar a los fondos y que las 17 plantas constructoras de automóviles en España se vean beneficiadas, al igual que los concesionarios y la red de distribución. Además, alertan de que «si desde el Ministerio de Industria no modifican algunos términos miles de pequeñas y medianas empresas se quedarán fuera».