Alsa cumple un siglo como líder del transporte de viajeros en España y Reino Unido
La británica National Express, de la que la familia Cosmen posee el 13%, se fusionará con la ferroviaria escocesa Stagecoach
Tras consolidarse como líder del mercado español con la compra de la pública Enatcar, Alsa controla Continental Auto
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Alsa ha entrado este año en el selecto, y raro, grupo de empresas centenarias españolas. La compañía creada por la familia Cosmen cumple un siglo como líder del transporte de viajeros en España y Reino Unido, país donde cuenta con una cuota del 30% del mercado. Creada originalmente el 20 de marzo de 1923 bajo la denominación Automóviles Luarca, S.A. (A.L.S.A.) la empresa y sus responsables contaban ya con una amplia experiencia acumulada desde el siglo XVIII. Desde 1728, los antepasados de la familia Cosmen se dedicaban ya al transporte de mercancías y pasajeros entre Asturias y Castilla.
A comienzos del siglo XX, la empresa experimenta un profundo cambio: los avances tecnológicos permiten sustituir la tracción animal por las máquinas de vapor y los motores de explosión. Pero es en la década de los 60 del siglo pasado cuando José Cosmen se incorpora a la empresa. Empezaba una era en la que la vieja y pequeña compañía asturiana se convertiría en una referencia española y británica el transporte de viajeros por carretera, presente en varios continentes.
En 1964, José Cosmen pone en marcha la primera línea internacional de la compañía, la Oviedo-París-Bruselas y un servicio regular entre Asturias y Madrid. Esto hace posible que la actividad de la compañía se extienda a otros puntos de Europa, como Suiza, Portugal, Holanda, Reino Unido, Alemania y Luxemburgo, además de Suiza y la Unión Soviética. En paralelo, la compañía extiende su servicio a nuevas comunidades en España.
Llega 1984 y Alsa emprende su internacionalización fuera del ámbito Europeo. Lo hace mediante su implantación en la República Popular China donde, según recoge el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, creó una empresa mixta de taxis en la ciudad de Sheuzhen. El siguiente paso le lleva al Magreb, donde en 1999 consigue la adjudicación de la gestión del transporte urbano de Marrakech (Marruecos). Desde la llamada ciudad roja marroquí, la actividad de Alsa se extiende a Agadir y, más recientemente, a Tánger y Khouribga.
En paralelo, llegada la década de los 90 del siglo pasado, la compañía amplía y consolida su implantación española mediante la integración de empresas de Galicia, Cantabria y Castilla y León hasta que, en 1999, Alsa da su gran salto adelante con la compra de la Empresa Nacional de Transporte por Carretera (Enatcar). La compañía asturiana lideraba el consorcio Alianza Bus (75%) en el que participaban también Urbaser (entonces filial de Dragados y Construcciones -hoy ACS-) y Argentaria (hoy integrada en el BBVA), por 26.200 millones de pesetas (más de 156 millones de euros).
Ya en el siglo XXI, la compañía de los Cosmen vuelve a cambiar su dimensión. En 2005, la empresa española (valorada entonces en 670 millones de euros) se fusiona con el operador británico National Express Group, del que los empresarios asturianos controlan el 13% del capital y una vicepresidencia (Jorge Cosmen), además de ser accionista de referencia del grupo británico. La integración de Alsa en National Express que supuso la creación de un gigante internacional del transporte de viajeros por carretera, no incluyó, sin embargo, los activos chinos de la empresa española.
Dos años después, en 2007, el operador hispano-británico se hace con el control del Grupo Continental Auto, segundo operador de transporte de viajeros por carretera en España.
Recientemente, el consejo de National Express ha cerrado el acuerdo para su fusión, mediante absorción, con su competidor, el operador escocés Stagecoach. La operación, valorada en 468 millones de libras (561 millones de euros), consolidará a la familia Cosmen como accionista y mantendrá a Jorge Cosmen como vicepresidente.
El grupo resultante de la fusión de National Express y Stagecoach superará los 2.000 millones de euros de valoración y mantendrá una cuota de mercado del 30% en Reino Unido. Se estima que la operación supondrá un ahorro de costes para las compañías de 35 millones de libras (42 millones de euros). Además, la actividad ferroviaria de la compañía escocesa (posee 39 trenes) supondrá la vuelta de National Express a ese negocio.