Los inquilinos negocian rebajas de hasta el 15% en el precio del alquiler por la crisis del coronavirus

La crisis del coronavirus ha ‘ahogado’ a miles de caseros e inquilinos durante el estado de alarma. Una agonía que se extenderá y profundizará en los próximos meses ante el aluvión de ERE, ERTE y cierre de negocios. De un lado están los inquilinos, que no han podido pagar los alquileres, y de otro, los arrendadores, que han dejado de recibir sus rentas, ingresos necesarios para hacer frente a sus gastos corrientes.

El impacto de la crisis ha sido tal que las incidencias de impagos confirmadas por los arrendatarios a sus arrendadores se dispararon hasta un 380% durante el estado de alarma, según ha desvelado este mismo jueves el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM). Un dato insólito. Las dos partes son vulnerables y las dos han negociado y negocian el alquiler de las rentas más allá de lo que estipulaba la moratoria de los alquileres aprobada por el Gobierno a finales de marzo, que dejaba fuera de las ayudas a muchos arrendadores y arrendatarios.

La negociación del alquiler post-covid se está traduciendo en aplazamiento de rentas, quitas y descuentos en los precios. En líneas generales, tanto los caseros como inquilinos se han abierto a la negociación y han llegado a acuerdos. En cuanto al precio de los alquileres, desde la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI) cifran la rebaja en entre un 10% y un 15% de media en las rentas superiores a los 1.200 euros al mes en las principales ciudades del país, mientras que en las rentas inferiores el impacto es menor. El descuento se está ejecutando directamente o también de forma escalonada.

Desde Avalisto destacan que, por el momento, los descuentos de los precios no han llegado a los alquileres nuevos, aunque sí que confirman que las negociaciones se están realizando más allá de los procedimientos legales que puso en marcha el Gobierno durante el estado de alarma. “En los alquileres ya firmados hemos visto que los propietarios e inquilinos han negociado a título particular facilidades. Son más flexibles con independencia de los mecanismos de ayuda oficiales para encontrar soluciones equilibradas”, dice Raúl Pérez Acebo, presidente de la empresa dedicada al alquiler seguro, a este periódico.

El comercio también negocia

Al igual que en el mercado residencial, los caseros e inquilinos de locales comerciales también han negociado los alquileres más allá de la ley y también lo han hecho a través de aplazamientos, reducciones de precios y quitas.

“Todas las empresas con las que trabajamos han llegado a acuerdos, independientemente de las condiciones que establece la ley. Por lo general, se están ampliando los plazos de mora y se están flexibilizando otras condiciones. Por ejemplo, en vez de ofrecer cuatro meses para pagar las rentas, los caseros lo amplían a seis meses o más; también son flexibles con las cantidades a pagar», explica Igor Ochoa, CEO de la consultora Dipcom Corporate.

En cuanto a los grandes tenedores, Ochoa reconoce que al principio de la crisis eran reacios a la negociación, pero han terminado cediendo e incluso rebajando el precio de las rentas más de un 50% ante el miedo de no encontrar nuevos inquilinos. «El primer impulso de los grandes tenedores era echar al inquilino y quedar con el local vacío para volver a arrendarlo, pero se están dando cuenta de que si se quedan con el local no lo van a arrendar. Han visto que la única forma de salvarse a ellos mismos era negociar. En algunos casos se han rebajado los alquileres hasta un 50% o incluso más», dice el experto.

El 17% de los inquilinos aún no ha cobrado

La última radiografía del mercado del alquiler elaborada por el Fichero de Inquilinos Moros (FIM) confirma que -además de que las incidencias de impagos se han disparo un 380% durante la pandemia-, también hay un 17% de los inquilinos que todavía no han cobrado sus rentas. El resultado alcanzado en la segunda semana del mes de mayo es el más alto de todo 2020.

Con estos datos sobre la mesa, desde el registro de morosos sostienen que aunque el Gobierno de Pedro Sánchez aprobase nuevos créditos, «son muchos los propietarios que están viendo cómo sus inquilinos o no tienen la capacidad de pago o no hacen frente a sus obligaciones sin haber comunicado un motivo», explica Sergio Cardona, director de Estudios y Calidad del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM).

El registro de morosos también confirma que los propietarios están cada vez más preocupados por sufrir un caso de morosidad en su vivienda de alquiler. De hecho, ocho de cada diez creen que pueden correr riesgo de sufrir impago.