En el mes de mayo

Alarma en la Seguridad Social: el gasto en pensiones supera lo que se ingresa por cotizaciones

José Luis Escrivá, ministro de Inclusión y Seguridad Social, intenta modificar el sistema de pensiones
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión y Seguridad Social, intenta modificar el sistema de pensiones

El principal pilar del Estado del Bienestar afronta graves problemas en el arranque de la crisis del coronavirus, y eso que la recesión no ha hecho más que comenzar: las empresas avisan de que se avecina un «otoño negro» para la economía española. Uno de los datos más alarmantes del difícil estado de las arcas de la Seguridad Social es que en mayo las cotizaciones sociales ya no dan para pagar las pensiones.

Interventores de la Seguridad Social explican que, para que haya una buena salud del sistema de pensiones hay dos indicadores que deben cuadrar: las cotizaciones sociales deberían ser suficientes para pagar las nóminas de los jubilados. Sin embargo, en el mes de mayo esto ya no ocurre, revelando un problema oculto para las cuentas públicas, que obligarán al Estado a salir al rescate de los jubilados si quieren mantener las prestaciones como ha prometido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Concretamente, en el mes de mayo de 2020 la recaudación neta por cotizaciones sociales ascendía a 8.739,47 millones de euros mientras que los pagos realizados en pensiones sumaban 9.458,99 millones. Concretamente el gasto en pensiones creció un 3,02% mientras que los ingresos por cotizaciones se desplomaron un 13,7%.

Es decir, que en el quinto mes del año hay un agujero de 719 millones de euros entre lo que se ingresa por el ‘impuesto al trabajo’ más importante y lo que se gasta en pensiones.

La tendencia también es preocupante en el acumulado del año, aunque el departamento que dirige el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, logra salvar los muebles. Entre enero y mayo de 2020 los ingresos por cotizaciones sociales (que aportan tanto los empleados como los empleadores) alcanzaron los 49.477,29 millones de euros, lo que equivale a un desplome del 1,52% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En cambio, el gasto en pensiones se elevó un 3,32% hasta los 47.078,38 millones de euros.

Lo inquietante es que mientras la partida que debe servir para abonar las jubilaciones se hunde el dinero que hay que pagar en prestaciones para los pensionistas sigue creciendo. Por ahora, en los primeros cinco meses de 2020 hay un superávit entre estas dos partidas de 2.399 pero si la tendencia de mayo se reproduce en los próximos meses el balance de este ejercicio para las arcas de la Seguridad Social no será nada bueno.

Hace un año la situación era distinta: aunque las pensiones crecían con fuerza (el gasto se disparaba un 7,11%) las cotizaciones sociales también crecían a un ritmo parecido (+7,92%). A pesar de ello, el año pasado el sistema de pensiones cerró con un déficit de 16.793,3 millones de euros en 2019, lo que equivale el 1,34% del PIB. Unas cifras que, casi sin ninguna duda, serán mucho peores cuando se conozca el balance de 2020.

Otros problemas en las arcas de la Seguridad Social

Y esto sin hablar del fuerte coste que está teniendo para las arcas del sistema de pensiones los «subsidios y otras prestaciones» aprobados durante la crisis del covid-19 por el Consejo de Ministros y que no se contabilizan en el gasto en pensiones porque incluyen desde la prestación por cese de actividad para los autónomos a las ayudas por incapacidad temporal. En el acumulado del año se disparan un 69,27 y sólo en mayo se han disparado un 136,58%.

También llama la atención que, según los datos de ejecución presupuestaria hasta mayo, los parados aportan ya prácticamente lo mismo que los autónomos a la Seguridad Social. La recaudación neta del Estado por cotizaciones sociales de los desempleados asciende en los primeros cinco meses a 3.741,09 millones de euros. Si se suma a los autónomos en paro -los que reciben la prestación por cese de actividad- la cifra asciende a 3.849 millones de euros.

Mientras tanto, entre enero y mayo los autónomos pagaron a la Seguridad Social 3.759,63 millones de euros, un 22,56% menos que un año antes. Si se comparan ambos datos se puede ver claramente cómo las personas en situación de desempleo -tanto trabajadores por cuenta propia como por cuenta ajena- están sosteniendo más el sistema de pensiones que los propios emprendedores.

De hecho es muy llamativo que en lo que va de año el dinero que pagan los desempleados a la Seguridad Social en cotizaciones es un 30,86% superior al registrado en el mismo periodo del año precedente, lo que indica el grave problema de desempleo que existe en las arcas públicas. Las cotizaciones de los perceptores de prestaciones por cese de actividad se ha duplicado, creciendo un 108% concretamente.

Lo más llamativo es que en realidad este dinero que están aportando a la Seguridad Social los parados y los autónomos en desempleo cobrando una prestación también procede de las arcas públicas -del dinero de los contribuyentes-, lo que indica que los problemas financieros del sistema de pensiones crecen a marchas forzadas.

Mientras que la Seguridad Social afronta una situación difícil en sus arcas por las consecuencias de la crisis del coronavirus y la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez, el déficit del Estado alcanzó en los cinco primeros meses del año los 32.251 millones de euros como consecuencia de la crisis generada por el coronavirus, que duplica la del mismo periodo del año pasado, cuando alcanzó los 15.556 millones. Una cifra que equivale al 2,88% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 1,25% del año pasado. Además, hasta abril, el déficit consolidado de las administraciones públicas, excluyendo las Corporaciones Locales, se sitúa en el 2,14% del PIB.

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