El acuerdo que busca Gimeno con El Corte Inglés no es sólo económico: pide un cambio en la gestión

Dimas Gimeno está dispuesto a abandonar la batalla judicial emprendida contra los accionistas que promovieron su destitución de la presidencia de El Corte Inglés si cierra un acuerdo con sus primas, las hermanas Álvarez Guil. Sin embargo, ese pacto no es solo económico. El sobrino de Isidoro Álvarez exige también cambios en el Gobierno corporativo de El Corte Inglés, grupo del que tanto él, como su familia directa, son también accionistas.

Los abogados de las partes han iniciado conversaciones para buscar un pacto que entierre esa batalla jurídica que está dañando la imagen del grupo de grandes almacenes, según adelantó El Confidencial. Fuentes jurídicas aseguran a OKDIARIO que Gimeno no se conformará con una indemnización por su destitución de la presidencia y los 24 años que ha trabajado en la compañía. El expresidente de El Corte Inglés quiere que el grupo cambie su modelo de gestión hacia otro más transparente y profesionalizado.

«Gimeno no fue destituido por motivos relacionados con su gestión porque los resultados de su etapa en la presidencia eran objetivamente buenos. Su bandera fue la de profesionalizar la compañía y no quiere renunciar a este punto», afirman a este periódico en el entorno del exdirectivo.

Por ello, el expresidente del grupo tratará de sellar un pacto con sus primas en el que se incorporen algunas medidas de Buen Gobierno y Responsabilidad Social Corporativa que pongan fin a estos episodios que están dañando la imagen de una de las empresas más emblemáticas de la economía española.

Aunque Gimeno necesita liquidez para saldar su deuda con el fisco que contrajo a causa de su herencia, el sobrino de Isidoro Álvarez está a la espera de conocer la primera decisión judicial sobre la demanda que presentó en los juzgados mercantiles por su destitución, según publica este miércoles OKDIARIO. Si, como se espera, el juez dicta antes de la Junta de Accionistas del próximo 26 de agosto las medidas cautelares que solicita, tendrá un arma poderosa para forzar a sus primas a negociar un acuerdo ventajoso que ponga fin a una etapa complicada para el grupo.

«Un mal acuerdo es mejor que un buen pleito», señalan fuentes jurídicas próximas a Gimeno. Con esta idea, todas las opciones se pondrán sobre la mesa en las próximas semanas en unas conversaciones que liderarán los despachos de abogados Cremades y Calvo Sotelo y Sagardoy Abogados.