A Acciona se le complica la venta de Trasmediterránea: la CNMC no se pronuncia por posible monopolio
Acciona anunció a finales de octubre del año pasado la venta de su 92,7% en la compañía de transporte marítimo Trasmediterránea por 260,4 millones a la naviera canaria Armas, que asumía el repago de la deuda que la empresa tenía con otras sociedades del grupo constructor y energético por 127,3 millones de euros. Según anunciaron, la operación quedaría cerrada antes de acabar el primer trimestre de 2018, sin embargo, desde entonces no ha vuelto a haber noticias.
Las naviera Balearia y la de Bolúda siempre han estado en contra por producirse un monopolio en caso de cerrarse esta operación, que continúa pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El organismo que dirige Quemada, según ha podido saber OKDIARIO, ha recibido diversos escritos denunciando la operación. Desde Acciona, sin embargo, son optimistas, aunque este periódico no ha podido saber más que por fuentes extraoficiales, ya que la empresa no ha querido responder a OKDIARIO.
Acciona emitió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en octubre del año pasado en el que comunicaba que esta operación respondía al propósito de concentrar su modelo de negocio en sus líneas de infraestructuras sostenibles y energías renovables. «Se completará previsiblemente en el primer trimestre de 2018, previa aprobación por las autoridades de competencia», explicaban. Sin embargo, pasado el primer trimestre en casi una semana no hay noticias ni de competencia ni de las empresas.
El capitán de la Marina Mercante, Rafael Rosselló Cuervas-Mons, asegura en un escrito remitido a la CNMC, al que ha tenido acceso OKDIARIO, que la venta “provocaría una situación de monopolio en las líneas de Nador, Melilla y Canarias, así como en la actividad logística de Canarias”.
Roselló de hecho, hace referencia a la “más que probable” quiebra de la compañía formada por Trasmediterránea y Armas porque, bajo su punto de vista, ambas entidades está muy endeudadas. Si se produce tal quiebra, asegura Roselló, se quedarían “huérfanas” todas las líneas de interés general, que son principalmente Ceuta y Melilla” y, de resultar así, desaparecería el cabotaje nacional, por lo que el experto se pregunta quién atendería las líneas de Melilla.
“Si la oferta es de cero euros, ¿cuál es la finalidad del contrato marítimo? O dicho de otra manera, si la empresa que hace las rutas con Málaga y Almería no percibe ningún dinero de la Administración, ¿qué le obliga a cumplir las obligaciones del contrato?”, se pregunta el denunciante.
Acciona, recuerden, subió un 1,66% tras anunciar el acuerdo para la venta de su participación del 92,7 % en Trasmediterránea por 260,4 millones a Armas, que asume el repago de deuda de la naviera con otras sociedades del grupo constructor y energético por 127,3 millones de euros. Es decir: 387 millones de euros.
Ya puesta a la venta en 2014
Desde su adquisición por Acciona en 2002, Trasmediterránea se ha consolidado como la mayor naviera española y una de las principales de Europa en el transporte marítimo de pasajeros y carga.
La naviera opera un total de 32 rutas, fundamentalmente entre la Península Ibérica y Baleares y la Península y Norte de África, y también con las Islas Canarias. Presta servicios de logística, consignación de buques y handling de cruceros, y cuenta con cinco terminales portuarias. En 2016 transportó 2,5 millones de pasajeros (2,3% más), 5,8 millones de metros lineales de carga (2,3% más) y 576.000 vehículos (5,7% más).
Acciona ya tuvo colgado el cartel de ‘se vende’ sobre Trasmediterránea en 2014, en el marco del programa de venta de activos que el grupo puso entonces en marcha dentro del plan de ajuste que lanzó para amortiguar el impacto de la reforma energética aprobada en esas fechas por el Gobierno.
No obstante, la compañía paralizó un año después la desinversión ante la positiva situación y perspectivas que comenzó a mostrar y el cambio que el contexto económico. Además, indicó que las ofertas que entonces había recibido “no reflejaron realmente el valor y el potencial de la empresa”.