Impuestos

El PSOE quiere que el Impuesto de Sucesiones suba y sea idéntico en todas las comunidades

María Jesús Montero
La actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su etapa en la Junta de Andalucía. / Foto: Junta de Andalucía
Carlos Cuesta

El PSOE quiere subir todos los impuestos de las Comunidades Autónomas del PP hasta igualarlos a los suyos. Se ha hablado de la creación de un suelo mínimo exigible en toda España para el impuesto de las herencias –Sucesiones– o de las donaciones. Pero lo cierto es que el PSOE quiere ir más allá. Busca la igualación de los tipos tributarios de todos los impuestos regionales en España, algo que llevaría a subir el impuesto a los muertos, el de la Donaciones, el Actos Jurídicos Documentados o el de Transmisiones Patrimoniales en todas las autonomías del PP que los han bajado.

El PSOE ha analizado este punto a la hora de debatir sobre los fondos que deben ser destinados a cada región. Y lo hace afirmando que “el alcance del concepto de esfuerzo fiscal similar en todos los territorios” debe ser “entendido como la existencia de una referencia normativa de tipos impositivos efectivos iguales”. Traducido: que a la hora de remitir fondos a las comunidades se asignarán menos recursos a aquellos territorios que fijen los tipos de impositivos de sus tributos autonómicos por debajo del de otras regiones o de los establecidos en las normas base.

De este modo, si una autonomía rebaja esos tipos fiscales deberá saber que, en caso de ganar recaudación por haber generado más actividad económica o haber atraído más riqueza, no le servirá para nada: porque se le asignarán desde el Estado menos fondos procedentes de la bolsa de impuestos nacionales.

Castigo a las bajadas de impuestos

El esquema se convierte en una mecánica de castigo a las regiones que quieran bajar impuestos. Algo que pretende llevar a una igualación de los tipos fiscales en un catálogo de impuestos que afecta desde las herencias, hasta las donaciones o las meras compraventas de viviendas.

La medida completa el deseo ya confirmado de la nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de subir el Impuesto a las Herencias en Madrid y en las Comunidades Autónomas donde exista una menor carga impositiva, como Canarias o Murcia.

Montero, recién aterrizada en el Fisco, fue consejera durante la etapa de los ERE y se convirtió en la máxima defensora de subidas de impuestos a las Donaciones y Sucesiones. Pero, además, de subirlos en el resto de las comunidades autónomas que han optado, como Madrid, por bajarlos o incluso, casi, eliminarlos para colectivos como los hijos o los hermanos.
Montero se hizo cargo en 2013 de la Consejería de Hacienda y Administración Pública. Y ha sido desde ese momento en el que su protagonismo ha cogido fuerza en la exigencia de que comunidades autónomas como Madrid eliminasen la bonificación en el Impuesto de Sucesiones.

Montero ha liderado, así, las negociaciones –ahora interrumpidas– del nuevo sistema de financiación autonómica. Donde no se ha planteado ni una sola medida de rebaja de impuestos, pero sí de creación de un tipo y pago mínimo obligatorio en estos impuestos para impedir lo que ella califica como una competencia desleal de las comunidades autónomas que bajan impuestos.

La nueva ministra de Hacienda pilotará la aplicación práctica del plan del PSOE, que incluye una subida masiva de impuestos en IRPF, Sociedades, Ahorro y Herencias, según recoge el documento inicialmente adoptado por Sánchez y realizado por Manuel Escudero. El proyecto está previsto para alcanzarlo en una legislatura entera: cuatro años. Y el impacto puede ser de más 7.000 millones por año.

El PSOE sabe que sin esas subidas no podrá soportar la escalada de gasto público que ha prometido a diversos colectivos sociales y a partidos como Podemos y ERC para obtener su apoyo a la moción de censura.

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