El Gobierno se plantea sacar la energía nuclear de la subasta eléctrica y rebajar su remuneración
El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital está estudiando aplicar una reforma del sistema de fijación de precios de la electricidad que supondría rebajar la remuneración que recibe la energía nuclear. En concreto, el departamento que dirige Álvaro Nadal se plantea sacar este tipo de energía del citado sistema y aplicarle un precio fijo que se situaría en torno a los 35 euros por Megavatio hora (Mwh).
Así lo han confirmado fuentes del sector energético a OKDIARIO, que recuerdan que este tipo de reforma se ha solicitado en varias ocasiones por parte de las asociaciones de empresas de energías renovables, al considerar que las inversiones realizadas para la construcción de las centrales nucleares están amortizadas.
“La propuesta está sobre la mesa y la está estudiando el Ministerio y, aunque Nadal es bastante favorable a que la energía nuclear no desaparezca del mix energético español no descartamos que la presión del resto de grupos parlamentarios le hagan dar el paso”, indican las fuentes consultadas. Por su parte, los portavoces del Ministerio de Energía contactados por este diario indican que «no valoran comentarios no oficiales».
Como en la actualidad el sistema de subasta del mercado mayorista (conocido como pool) es marginalista, todas las fuentes de energía se remuneran al precio más alto, ya que la última central que se necesita para satisfacer la demanda es la que establece cuánto se pagará por Mwh, con independencia del origen de la electricidad.
Para entender el modelo pongamos un ejemplo: en el arranque de la subasta la energía nuclear comienza ofertando precios bajos, pero si la última central eléctrica para satisfacer la demanda (normalmente de ciclo combinado, es decir, de gas) oferta a un precio de 60 euros por Mwh, la remuneración que se paga a la nuclear es también de 60 euros.
Sin embargo, las grandes compañías energéticas del Ibex 35 rechazan que las inversiones de las centrales nucleares estén amortizadas, ya que necesitan un mantenimiento costoso y, además, si se amplía su vida de útil las empresas deben realizar importantes reembolsos.
Sirva como ejemplo el caso de la central de Garoña, que acumula en los últimos cinco años unas pérdidas de 450 millones de euros en el balance de Nuclenor (sociedad compuesta por Endesa e Iberdrola) y que necesitará otros 200 millones de euros para volver a ponerla en funcionamiento.
Además, desde el sector se recuerda que el mismo argumento que serviría para sacar a la nuclear del sistema de fijación de precios del mercado mayorista se podría aplicar a la energía hidráulica: “incluso con más razón, ya que las inversiones para el mantenimiento de este tipo de fuente es bastante reducida en comparación con otras formas de generación de electricidad”.
La energía nuclear es indispensable para el sistema eléctrico
A pesar de la demonización que está sufriendo la generación de electricidad mediante energía nuclear, lo cierto es que su aportación al mix español es determinante para garantizar la estabilidad y la calidad del suministro, con un nulo impacto medioambiental en lo relativo al volumen de emisiones de gases que provocan el denominado efecto invernadero.
En concreto, la nuclear fue la tecnología que mayor producción aportó al sistema eléctrico español en 2016 por sexto año consecutivo. Con una potencia instalada de 7.865 MW, el 7,45% del total, el parque nuclear español tiene una producción neta anual de 56.095 GWh. Durante el pasado año, esta fuente de energía generó más del 21% de la electricidad en España.
Y en cuanto a la cuestión medioambiental, dentro de la producción de electricidad sin emisiones contaminantes generada en España, la nuclear fue el pasado año también líder con una aportación de algo más del 35%.
En el Climate Change 2016 se pone de manifiesto que las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las centrales nucleares son insignificantes, y la energía nuclear, junto con la hidráulica y la eólica, se encuentra entre las fuentes con más bajas emisiones considerando su ciclo completo de vida, con menos de 15 gramos de CO2 equivalentes por kWh producido.
La energía nuclear en España: una cuestión política
A pesar de que la práctica totalidad de los partidos políticos (con la tímida excepción del PP) quieren que tarde o temprano los siete reactores actuales cierren sus puertas, la realidad es que la energía nuclear es necesaria para garantizar la competitividad de las empresas y para limitar el coste de la factura que pagan los hogares.
En los programas electorales presentados en las pasadas elecciones generales, PSOE, Ciudadanos y Podemos incluyeron apartados en sus medidas de política energética en los que pedían el cierre de las centrales nucleares.
Los socialistas reclaman el fin de la energía nuclear cuando los reactores “lleguen al final de su vida útil”, mientras que la formación de Albert Rivera prometió realizar un “cierre progresivo” y la de Pablo Iglesias un «desmantelamiento inmediato». Por su parte, el PP señalaba que «es necesario el mantenimiento de las centrales como elemento del mix energético”, sin dar más detalles al respecto.