Tras la derrota en Valladolid

El Valencia ya negocia con Quique Sánchez Flores para sustituir a Baraja

El Valencia espera la respuesta de Quique Sánchez Flores para hacerse cargo del equipo en sustitución de Rubén Baraja

La derrota en Valladolid ha acelerado la búsqueda de un nuevo entrenador para el conjunto che

Ortiz Arias denuncia amenazas en el vestuario tras la disputa del Valladolid-Valencia

Quique Sánchez Flores
Quique Sánchez Flores, en un partido. (Getty)
Hugo Carrasco

El Valencia está a la espera de Quique Sánchez Flores para sustituir a Rubén Baraja. La dolorosa derrota del conjunto che ante el Valladolid les deja colistas, a cinco puntos de la permanencia, lo que ha llevado al club a mover ficha en busca de un nuevo entrenador. La directiva había contactado ya con el que fuera técnico de la entidad durante tres temporadas hace ya 15 años y la derrota en Zorrilla no ha hecho más que acelerar las negociaciones. El objetivo es que esté en el próximo encuentro, que también será trascendental, contra el Espanyol.

Quique Sánchez Flores está libre desde el pasado verano, cuando el Sevilla puso fin a su vinculación después de firmar una decimocuarta posición, aunque alejados del descenso. El ya veterano entrenador cuenta con experiencia más que de sobra en situaciones complicadas, puesto que ya dirigió al Getafe en varias etapas en busca de la permanencia y también cogió al propio conjunto hispalense en el momento más delicado de los últimos años.

Ahora, el Valencia piensa en él como encargado de remontar el vuelo en Liga, en busca de una permanencia que cada vez está más complicada. El descenso empieza a verse como una posibilidad más que clara en Mestalla, lo que ha hecho que la continuidad de Baraja en el banquillo sea cada vez más complicada.

El club habría recurrido, por tanto, al que fuera entrenador del equipo entre 2005 y 2007. Entonces firmó una tercera y una cuarta posición en Liga, además de alcanzar los cuartos de final de la Champions League. La situación actual del equipo es totalmente diferente, puesto que pelea por objetivos que nada tienen que ver, buscando ahora la permanencia en Primera División.

Sánchez Flores ha pedido tiempo a la directiva para estudiar el caso y dar una respuesta, lo que hace que, mientras tanto, Rubén Baraja continúe en el banquillo de Mestalla. De hecho, el todavía técnico valencianista podría llegar al partido contra el Espanyol con el que cerrarán 2024, si todavía no hay una respuesta afirmativa por parte de Quique.

Baraja sigue por su elevado finiquito

Otro de los problemas del cambio de entrenador en el Valencia, más allá de que Quique Sánchez Flores de una respuesta afirmativa, reside en el finiquito de Rubén Baraja. El entrenador fue renovado en verano hasta 2026, después de una sorprendente temporada en la que se esperaba que peleara por el descenso y terminó haciéndolo por entrar en Europa. Ahora, la situación del equipo –último en la clasificación y a cinco puntos de la permanencia– ha llevado a la directiva a buscar un relevo.

Pero esa renovación hasta 2026 hace que el Valencia tenga que pagarle un finiquito cercano a los cinco millones de euros en caso de destitución. Además de los problemas deportivos, la economía del conjunto che no pasa por sus mejores días. Peter Lim no está dispuesto a gastar esa cantidad en despedir al técnico, lo que puede prolongar su estancia en el banquillo hasta que se consiga resolver la situación.

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