La UEFA repartirá 1.200 millones menos de los que prometió para combatir la Superliga

Aleksander Ceferin ha fracasado en el diseño de la nueva Champions League. La UEFA anunció el pasado mes de mayo que con el innovador formato que entrará en vigor a partir de la próxima temporada (2024/25) recaudaría alrededor de 5.000 millones de euros con los que hacer frente a las grandes cifras económicas de la Superliga.

El máximo organismo del fútbol en Europa no ha alcanzado sus propias expectativas y se tendrá que conformar con unos ingresos por derechos televisivos de 3.807 euros, es decir, casi 1.200 menos de lo que vaticinaban hace unos meses. Todo ello antes de que este jueves 21 de diciembre se conozca la sentencia del TJUE que puede suponer un antes y un después en la historia del fútbol.

Al menos, eso es lo que prometen cuando queda menos de un año para que el nuevo formato se adentre en el calendario. Esa estimación a la baja roza la cantidad que ingresa la UEFA actualmente en su último curso con la composición tradicional del torneo (3.000 millones aproximadamente). Por tanto, la proyección que tenían hace apenas medio año ha disminuido considerablemente y los clubes se repartirán menos de esos 5.000 kilos previstos por derechos de televisión desde la temporada que viene hasta la 2026-27.

Si algo está claro, y especialmente claro lo tiene la UEFA y, en consecuencia, Ceferin, es que cuantos más partidos se disputen mayores serán los ingresos. A partir de septiembre de 2024 pasarán a disputarse un total de 189 encuentros de la máxima competición europea, 64 más que los 125 actuales.

Ese es el método fallido de Ceferin para contrarrestar a la Superliga, que podría volver a recobrar su fuerza si el próximo jueves el Tribunal de Justicia Europeo da luz verde a un proyecto cocinado por Florentino Pérez, quien criticó con dureza la maniobra del esloveno en la última Asamblea del club que preside, el Real Madrid.

La UEFA se estrella frente a la Superliga

«Los derechos de los 125 partidos de la Champions de ahora se vendían en España por 360 millones. Para 2024 se han vendido 189 partidos por 320 millones de euros. 64 partidos más y 40 millones de euros menos», explicaba Florentino en la última reunión de socios compromisarios del pasado mes de noviembre.

Ahondando en estos cálculos, si el precio por partido en España caerá de 2,88 millones a 1,69, lo que supone una pérdida del 41,3% de su valor, a nivel global se desploma de 24,28 millones a 20,24. Estas comparaciones demuestran que la destrucción de un formato que siempre fue atractivo con el fin de plantar cara a una solución como es la Superliga ya están causando impacto económico negativo en la UEFA.

Las promesas en vano de la UEFA

Y eso que el organismo se relamía hace unos meses con los potenciales beneficios de la nueva Champions. «Estamos trabajando en proyecciones conservadoras y optimistas de posibles ingresos televisivos, pero el rango que manejamos diría que va entre los 4.600 y los 4.800 millones», vaticinaba Giorgio Marchetti, director de competiciones de la UEFA.

El formato de la nueva Copa de Europa es inédito y, según Florentino, «absurdo». «Este modelo de competición alejará aún más a los aficionados de nuestro deporte», decía en la Asamblea el presidente del Madrid, que también considera este diseño como «insólito, absurdo y sin sentido futbolístico», ya que «los gestores de la UEFA van en la dirección contraria».

El tiempo va dando la razón al máximo dirigente del club de Chamartín, que siempre ha tenido claro que la Superliga es la vía más sencilla para que el calendario deje de exprimir a los futbolistas y los partidos recuperen el atractivo que históricamente han tenido.