Sorloth lleva al Atlético a su 13ª Champions consecutiva

El noruego le endosa un hat trick histórico a su ex-equipo en los 11 primeros minutos

Sorloth necesitó menos de cuatro minutos para dejar en pañales a los centrales donostiarras

Oblak se quedó a cero y afianza su liderato para ganar el sexto Trofeo Zamora

Sorloth
Sorloth celebra uno de sus goles a la Real Sociedad. (Getty)
Tomeu Maura

La penúltima noche de la temporada en el Metropolitano fue un ejercicio coral de contrición y una exhibición individual que pasará a la historia. Sorloth conservará para siempre el balón del partido, pero a su alrededor orbitó un equipo hambriento que mostró sus mejores virtudes y ocultó los defectos que hace sólo siete días le avergonzaron en Vitoria. La decimotercera Champions consecutiva ya es matemática y la Supercopa 2026 está sólo a la espera de certificación. Además Oblak se quedó a cero y sigue líder del Zamora, Barrios celebró el centenario con una actuación soberbia y incluso Griezmann mostró síntomas de mejoría. En el Fin de Semana del Niño todo salió bien. Hasta Sánchez Martínez pasó desapercibido.

La Real Sociedad no supo descifrar el acertijo que le planteó Simeone en la banda derecha, con Llorente como falso central, Giuliano de carrilero y Barrios como interior, y las consecuencias fueron demoledoras. Llorente ya pisó el área en el primer minuto. Eligió mal el pase y la jugada quedó en una simple advertencia, pero lo que vendría después excedió las previsiones más descabelladas: en menos de cuatro minutos Sorloth marcó no uno ni dos, sino tres goles seguidos.

El noruego, único delantero en el dibujo original del Cholo, soltó tres zurdazos como tres misiles ante la displicencia de la defensa donostiarra, que llegó incluso a servirle un pase en bandeja en el tercero de sus goles. Es el hat trick más rápido de la Liga contando desde el arranque del partido, 10 minutos y 46 minutos para completar una verdadera sangría que dejó extenuada en el suelo a la Real Sociedad, que comprobó desesperada como todavía quedaban 80 minutos por delante.

 

Sorloth buscó la cámara de televisión en su celebración para mostrar tres dedos. Se quedó corto. Tocado por Tyche, la musa de la fortuna, el noruego convirtió en oro cualquier balón que pasó por sus botas en una primera parte que definitivamente le encumbró. A los 30 minutos recibió de Javi Galán y volvió a marcar. El cuarto gol, su primer póker como rojiblanco y su confirmación como pichichi del equipo por delante de Julián, Griezmann y cualquiera. Todo eso, en el mismo día en el que el club había enviado emisarios a Lisboa para ver en directo a Gyokeres en el derbi entre Benfica y Sporting. El sueco no marcó, pero dio el pase del 0-1.

 

A Imanol el reglamento le jugó una mala pasada en el descanso porque su deseo era copiar a Corea del Norte, que según un mito ampliamente difundido en la historia de la Copa del Mundo cambió a los once jugadores en el descanso de su partido ante Italia en 1966. Al final se contuvo, pero si hubiera sido por él la purga habría sido mucho más profunda.

El Atlético, a todo esto, se tomó la segunda parte con el objetivo de proteger a Oblak y calmó su apetito ofensivo a pesar de que Sorloth volvió a aparecer muy al principio para soltar otro latigazo, esta vez al larguero, aunque seguramente si hubiera vuelto a marcar el VAR lo habría anulado por fuera de juego. El noruego aguantó 73 minutos en el campo antes de marcharse acompañado por la mayor ovación de su historia como futbolista rojiblanco.

La noche no dejó más goles para la estadística, pero en realidad ya no eran necesarios. Champions y Supercopa garantizadas, quedan pocos objetivos por cumplirse con apenas tres jornadas por delante, la próxima el jueves 15 en El Sadar ante Osasuna.

 

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