Solari enseña su libreta
Solari sale reforzado del Camp Nou tras el empate del Real Madrid. Las decisiones del técnico, sobre todo a la hora de elaborar el once, fueron acertadas y decisivas. Incluyó a Llorente y a Vincius -que hizo un partidazo. La nota negativa fue la inclusión de Marcelo.
Santiago Solari gana confianza de cara a lo que queda de temporada. El técnico madridista queda reforzado tras la ida de las semifinales de Copa del Rey, donde el Real Madrid logró un valioso empate que deja la eliminatoria totalmente abierta de cara a la vuelta. Sus decisiones fueron claves, sobre todo a la hora de confeccionar el once, dando entrada a Llorente y a Vinicius de inicio.
El conjunto madridista destacó más en la primera parte. Los blancos salieron desde los primeros minutos a por el partido y rápidamente hicieron el tanto que les da la ventaja -a priori- para la vuelta. Vinicius y Lucas, dos jugadores que se han confirmado tras la llegada del argentino al banquillo, fueron trascendentales en el tanto, en el que también colaboró un Benzema que volvió a demostrar el gran momento que vive.
Los blancos jugaron con criterio. Pese a que el planteamiento era valiente, la jugada salió bien. El equipo dominaba en el mediocampo durante los primeros compases y, cuando recuperaban, salían con velocidad buscando la meta de Ter Stegen. Vinicius cumplió con creces y fue junto al francés el líder del equipo en el ataque.
Nadie echó de menos a los jugadores que estaban en el banquillo y que, a principios de curso, abocaban a ser imprescindibles para el conjunto blanco. Solari decidió no dar la titularidad a hombres de la talla de Bale, Asensio, Casemiro o Isco (lo de este último no es novedad). Con todo el equipo recuperado ya de las lesiones, arriesgó en la confección del once y la jugada le salió bien al técnico.
Marcelo desentonó
La única mala decisión en ese aspecto, tal y como quedó demostrado sobre el césped, fue la inclusión de Marcelo. El lateral no pasa por su mejor momento y el equipo lo sufrió. Vinicius tuvo que vérselas en defensa, ayudando a su compatriota, en las constantes intentonas barcelonistas por su banda. En la cúpula madridista no se entendió del todo la decisión de dejar a Nacho en la banqueta y a Reguilón -que venía en buena forma- en la grada, mientras que el segundo capitán madridista estaba de cuerpo presente sobre el verde.
Pese a que los cambios buscaron retomar las riendas del partido, que los blancos perdían por momentos, estos llegaron quizás un poco tarde. Llorente se marchó lesionado para dejar su lugar a Casemiro, Bale entró por Vinicius en el 65′ y Asensio lo hizo pasado el 80′.
Pese a ello, la imagen del Madrid en el primer Clásico del año fue buena. Los blancos dieron una buena imagen. No eran favoritos, pero el resultado hace que las fuerzas se igualen aún más de cara a la vuelta, que se disputará en tres miércoles en el Bernabéu.