Rubiales recurrirá la multa de 10.800 € por el beso a Jenni Hermoso

Luis Rubiales seguirá luchando por demostrar su inocencia en el caso del beso a Jenni Hermoso. El ex presidente de la Federación Española de Fútbol apelará la sentencia del juez Fernández-Prieto que le obliga a pagar 10.800 euros a la futbolista en los próximos 18 meses. El granadino también tiene prohibido acercarse a la futbolista en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año.

Así las cosas, Rubiales acudirá a Sala de lo penal de la Audiencia Nacional para recurrir la sanción impuesta por el juez Fernández-Prieto. El dirigente está decidido a limpiar su nombre y por eso busca una absolución total como sí han tenido los otros imputados en el caso y que responden a los nombres de Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera. Todos ellos fueron eximidos de un delito de coacciones y evitaron una pena de un año y medio de cárcel como pedía la Fiscal Marta Durántez en nombre del Gobierno.

La petición de la Fiscalía contra Rubiales era de dos años y medio de prisión por dos delitos. Se pedía un año de cárcel por agresión sexual y año y medio por coacciones a la jugadora. En el caso del ex presidente de la Federación, las coacciones también quedaron desestimadas, mientras que por el beso se estableció la multa de 10.800 euros, unos 20 euros al día durante un periodo de año y medio. La apelación del directivo granadino podría prolongar el caso un año más.

El mediático juicio a Rubiales

El proceso contra el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, se desarrolló a lo largo de nueve intensas sesiones en la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, convirtiéndose en uno de los procesos más mediáticos de la historia de este tribunal. Más de un centenar de medios de comunicación se acreditaron para cubrir un caso que mantuvo en vilo a la opinión pública española e internacional.

Los hechos juzgados se remontaron al 20 de agosto de 2023, cuando España acababa de proclamarse campeona del Mundial femenino en Sídney (Australia). Durante la ceremonia de entrega de medallas, Rubiales besó a la jugadora Jenni Hermoso, un gesto que desencadenó una crisis sin precedentes en el fútbol español y llevó al ex presidente federativo a dimitir y a comparecer ante los tribunales.

Las versiones de acusación y defensa se mantuvieron diametralmente opuestas durante todo el juicio. Mientras Rubiales y su equipo legal insistieron en que existió consentimiento para «un besito» y que el hecho de que «no le gustara» no invalidaba ese consentimiento previo, la acusación sostuvo que se trató de un acto unilateral no consentido que atentó contra la libertad sexual de la jugadora.

La vista oral concluyó con la renuncia de todos los acusados a hacer uso de su derecho a la última palabra, un detalle significativo que el juez José Manuel Fernández-Prieto destacó con cierta sorpresa al dar por finalizado el juicio: «Aunque parezca mentira, hemos terminado». La expectación por el veredicto ha sido máxima, dado el impacto que este caso ha tenido en el debate público y ahora Rubiales ha decidido recurrir al considerar que el veredicto no es justo a tenor de las pruebas presentadas.