El motor Renault utilizado en los test es el mismo de Abu Dhabi
La deambulancia continua de una leyenda hundida en el pozo de los recuerdos. Una cárcel inexpugnable más allá de la toma de una decisión dolorosa: cambiar Honda por Renault. La paciencia se agotó entre una lluvia de dardos sutiles en las alturas de McLaren y japoneses. Se les gastó el amor que ni siquiera usaron. Así que ahora portan nuevos colores, esqueleto más definido y un músculo más potente en su interior.
El mal menor de un severo reglamento de unidades de potencia: Renault era la única posibilidad real. Los franceses vienen en vuelo alcista desde el inicio de la era híbrida… y pueden fardar de haber ganado carreras cada temporada desde el inicio con su propulsor. Ahora, en 2018, las expectativas en fiabilidad y rendimiento se han disparado: deben alcanzar a Mercedes.
No será, seguro, en los test de Barcelona, donde fuentes de Renault confirman que el motor es, prácticamente, el mismo que terminó en Abu Dhabi allá por noviembre. Las únicas modificaciones que ha sufrido la unidad de potencia son desde el punto de vista de la fiabilidad: el rendimiento y la potencia no ha aumentado desde que los fuegos artificiales pintaran el cielo de Yas Marina.
El plan que ha establecido la marca del rombo es priorizar al máximo la fiabilidad para Australia: no quieren un inicio como el pasado. En 2017 acumularon un exceso de roturas en las primeras pruebas, comprometiendo la temporada de, en este caso, Red Bull. Con el tripulante papaya en el barco, no quieren volver a chocar contra el iceberg.
Así las cosas, Fernando Alonso y Carlos Sainz deberán armarse de paciencia esperando una especificación más agresiva en las próximas semanas. El proyecto es distinto en ambas escuderías: McLaren necesita ganar ya; Renault, seguir creciendo. Presente y futuro. Como sus pilotos. Pronto arriba. Ya verán…