¡Campeón de campeones!

El trabajo que comenzó en un ya muy lejano mes de julio se culminaba en el estadio gallego de O Couto. El Real Madrid estaba a 90 minutos de recuperar el trono. El ‘Guti Team’ quería decir muy alto que era el mejor equipo juvenil de España. Y para eso, tenían que ganar la Copa de Campeones ante un Málaga que llegaba a esta cita con las misma intenciones. Más si cabe, con el estímulo de jugarse la clasificación para la UEFA Youth League.

Sin duda, dos de las mejores canteras de nuestro fútbol se iban a medir en una contienda donde los errores se iban a pagar muy caros. La Fábrica y La Academia tienen el don de hacer pagar los fallos de rival. Barcelona, Celta, Atlético y Villarreal pueden dar buena cuenta de ello. Comenzaba el encuentro y el Madrid salía mandón. Con ganas de llevar el peso del encuentro en todo momento. Sin ser capaces de crear ocasiones claras, debido a la férrea defensa malaguista, pero con la tranquilidad que da el saber que el balón estaba en su poder.

La calma y la igualdad predominaban en Ourense. Hasta que en el minuto 25 todo se empezó a romper. Toni Segura tenía la primera gran ocasión del encuentro cuando se fue de tres jugadores del Málaga, aguantó la salida de Kellyan, pasó a un Zabarte que tiraba un autopase de categoría y el centro terminaba saliendo fuera. Primera ocasión que generaría una auténtica cascada de acontecimientos.

Dos minutos después el Málaga respondía con un esférico que se paseaba por la portería madridista del área. Matt abría para Robles, Belman, portero blanco, salía mal y éste estaba muy cerca de hacer el primer gol de los andaluces. Terminaba la jugada y el árbitro tomaba la decisión de amonestar a Martín Calderón por una falta anterior a la que dio ley de la ventaja. Una amarilla que a posteriori sería capital.

Volvía a la carga el Madrid con otra gran oportunidad que terminaba en nada. Y entonces el partido daba un giro de 180 grados. Martín volvía a cometer una infracción en la salida del balón del Málaga y al árbitro no le quedaba más remedio que mostrarle una segunda amarilla que le mandaba directamente a los vestuarios. En tres minutos el centrocampista blanco se iba a la calle cuando aún se tenían que disputar 57 minutos de final, si no había prórroga. Guti en el banquillo se lamentaba al mismo tiempo que tomaba decisiones. El Madrid pasaba a formar con un 4-4-1 que le diese seguridad y le permitiese seguir mandando. Y así fue.

Con 10 hombres los de Valdebebas se seguían mostrando superiores. El Málaga no se lanzó en busca de los madridista y estos lo aprovecharon para sobreponerse, reubicarse y volver a hacerse dueños del partido.

Lección madridista

Tras el paso por el vestuario las cosas no cambiaron mucho. El Madrid continuó siendo el equipo que llevaba el peso del partido. Con un hombre menos estaban siendo capaces de meter en su campo a todo un Málaga que cuando salía se encontraba con una pareja de centrales formada por Javi y Manu que estaban haciendo un auténtico partidazo. Sólo con una ocasión a balón parado inquietaron a un Belman que se mostró seguro.

Y entonces llegó la gran oportunidad. Franchu arrancaba, rompía a la zaga del Málaga ante el asombro del público, pisaba línea de fondo, asistía a Dani y el disparo del delantero madridista lo paraba el meta del Málaga. El argentino levantaba a un público que empezaba a apoyar al Madrid. Y ya no dejaría de ser determinante.

El Málaga sufría contra 10, pero cuando salía, salía de verdad. Joel obligaba una vez más a emplearse a fondo a Belman rematando un centro desde la derecha a bocajarro. El meta blanco volvía a hacerse gigante para evitar el gol.

Con las espadas en todo lo alto se llegaba a los minutos de la verdad. A esos donde un gol valía más de medio título. Y aquí el primero en golpear fue Joel. Una vez más, el delantero del Málaga cabeceaba libre de marca a fuera. Con Belman ya batido, el atacante no encontró portería. Pasado el susto el Madrid volvió a tomar el mando. Aunque lo más vibrante estaba por llegar. Penúltimo minuto del encuentro, córner para el Málaga, el balón se queda suelto en el área y José Carlos estrellaba el zapatazo en el larguero. Se salvaba el Madrid y montaba una contra que terminaba con el balón saliendo por encima del larguero por poco. No habría tiempo para más. Nos íbamos a la prórroga.

Óscar marca la diferencia

Con los dos equipos fundidos tocaba tirar de coraje. Guti daba ánimos a todos sus jugadores y para darle un ambiente más bélico a todo comenzaba a llover. 30 minutos para todo o nada. El Juvenil A madridista volvía a salir dominador. Fran García por la izquierda hacía saltar por los aires a la zaga malaguista una y otra vez. Pero no llegaba el gol.

Dani la iba a tener en el segundo tiempo de la prórroga. Una gran jugada de los chicos de Guti por la banda derecha terminaba con un disparo de Dani que se marchaba desviado cuando poco podía que hacer el meta malacitano. Pero no sería la última. El Madrid continuó utilizando la banda derecha como autopista para seguir generando ocasiones. Sólo un espléndido Kellyan permitía al Málaga continuar con vida.

Entrábamos en los últimos cinco minutos de la prórroga. Entrábamos en los últimos cinco minutos del todo. Gol o penaltis. Diana o lotería. Y entonces emergió la figura de Óscar. El gran capitán, el hombre que hizo el primer gol de la competición para lograr el empate ante el Atlético en cuartos con una falta soberbia, lo iba a cerrar de la misma forma. Falta en la frontal sobre Fran que el de Talavera tenía muy claro que iba a tirar. Y no falló. Por encima de la barrera. Como lo hacen los grandes.

¡El golazo de Óscar en el 116′ desató la locura de los de @GUTY14HAZ, que levantan la #CopadeCampeones!

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— LaLiga (@LaLiga) 6 de mayo de 2017

El balón entraba en la portería del Málaga para hacer saltar de alegría a todo el madridismo. Eso sí, antes de que los blancos pudiesen gritar bien alto eso de campeones, el Málaga tuvo un disparo al palo y un gran cabezazo para poner las tablas. Pero el fútbol iba a ser justo con un equipo que siempre quiso más. El Juvenil A del Real Madrid era campeón de campeones.