Varane hizo el partido perfecto

Raphael Varane completó el partido perfecto que tanto necesitaba él y tanto le demandaba la afición del Santiago Bernabéu. El hombre que está llamado a ser uno de los mejores centrales de la próxima década se ha tenido que sobreponerse a las lesiones. Primero una rotura de menisco y después una serie de dolencias musculares que no le han permitido dar todo lo bueno que tiene. Pero ante el Atlético se resarció.

Junto a Sergio Ramos fue el mariscal que anhelaba Chamartín. El galo dio un exhibición de como se debe secar a una delantera. Y sin cometer una sola falta. Todos los jugadores rojiblancos que atacaban por la banda derecha defendida por el Real Madrid se topaban con Varane. El internacional francés fue capaz de dejar sin oportunidades a Carrasco, que terminó cambiándose de banda, o a un Gameiro que prácticamente ni pudo intervenir por esa zona del campo. En el segundo acto, cuando Simeone dio entrada a Correa, sucedió lo mismo. Rapha consiguió que todos los hombres rojiblancos que pasaban por su zona no fueran capaces de pisar el área madridista.

Pero esta no fue la única función Varane. Se convirtió en el escudero perfecto de Carvajal, primero, y Nacho después y de Casemiro. Todos los compañeros que estaban en su zona jugaron con un guardaespaldas de lujo. Siempre una opción y un constante apoyo para ellos. Al igual que para Keylor Navas. El tico siempre encontró un socio en el zaguero para recibir el esférico.

Y también en ataque

Varane estuvo perfecto en defensa, pero cuando pudo subir al ataque estuvo muy cerca de cerrar su brillante actuación con un gol que hubieses supuesto el 2-0. Sólo Oblack lo impidió con un auténtico paradón.

Toni Kroos puso el córner y el central lo cabeceó en el corazón del área con muchísima intención, pero la estirada del meta esloveno fue perfecta para sacar el balón. Sin duda, Varane hizo un partido perfecto junto a Ramos. Ambos se encargaron de que las ocasiones rojiblancas se pudiesen contar con los dedos de una mano.