Remonta en la final del play-off de ascenso

El Rayo obra el milagro contra el Girona y regresa a Primera

El Rayo Vallecano remonta en la final de la promoción de ascenso al Girona. Los goles de Álvaro García y de Trejo devuelven a los franjirrojos a la Liga Santander

El Rayo obra el milagro contra el Girona y regresa a Primera
Trejo celebra el gol del ascenso del Rayo Vallecano (EFE).
Hugo Carrasco

¡El Rayo Vallecano jugará próxima temporada en la Liga Santander! Los de Andoni Iraola acompañan a Espanyol y Mallorca y completan el cupo de ascensos a la máxima categoría, tras remontar a domicilio en la final del play-off al Girona (0-2). Los vallecanos pusieron más intensidad, más fútbol, más ocasiones y -esta vez sí- más goles, para certificar, pese a jugar con uno menos en la segunda parte, el regreso de ‘La Franja’ a Primera dos temporadas después de su último descenso.

Álvaro García lideró una remontada imposible, ante el equipo más en forma de Segunda. Su gol tempranero les permitió creer y la asistencia a Óscar Trejo en el descuento de la primera parte dio la vuelta a la eliminatoria. Terminaron sufriendo los rayistas, que se quedaron con uno menos nada más salir de vestuarios, después de que Velázquez viese la segunda amarilla.

Más de un mes después de que terminase la temporada en Primera División, se disputaba el partido que cerraba definitivamente el curso futbolístico en España. En juego, la tercera plaza de ascenso a la Liga Santander. Tras superar a Almería y Leganés en semifinales, respectivamente, Girona y Rayo se batían al todo o nada en Montilivi. Los catalanes contaban con una buena renta, tras ganar en Vallecas en la ida por 1-2.

A los franjirrojos sólo les valía la victoria para regresar a la máxima categoría y no especularon en ningún momento. Como sucedió en la ida, donde barrieron en la primera media hora aunque sin obtener el premio deseado, salieron a por todas. Desde la izquierda se sucedieron las primeras llegadas, por medio de los García -Fran y Álvaro-, fundamentales en el ataque de los de Iraola. Tras dos intentonas llegó el primero, en el minuto 6.

Álvaro García se lanzó a la carrera desde su campo, tirando un desmarque que vio Emiliano Velázquez. El pase de 50 metros del central no pudo ser mejor, como tampoco la ejecución del atacante. Con Juan Carlos a media salida, el rayista le tiró la vaselina para hacer el primero e igualar a dos la final, aunque los goles en campo contrario seguían dándole el ascenso al Girona.

Salió más enchufado el Rayo y a los locales les temblaban las piernas, recordando los fantasmas del pasado. Era la cuarta final para los blanquirrojos, que se quedaron a las puertas de subir en las tres anteriores. El miedo se notaba y Juan Carlos lo reflejó mejor que nadie, cuando casi pierde un balón sencillo ante Álvaro García. Le quitó el balón el extremo, pero reaccionó el meta para atraparlo en el suelo antes de que rematase.

Con el paso de los minutos, logró el Girona frenar el peligro rayista, aunque las intentonas seguían produciéndose con un Álvaro eléctrico. De nuevo desde la izquierda, esta vez su socio Fran, colgó un balón que remató Emi Velázquez. Lo taponó ligeramente con la mano Monchu, pero desde el VAR dejaron -sorprendentemente- seguir.

Con el descanso acechando, Luca Zidane salvaba el empate. Gumbau se encontraba en el área pequeña con un rechace, tras un mal despeje y el portero intervenía para bloquear abajo. Del 1-1 se pasó el 0-2. De nuevo, Álvaro García le ganaba la partida a la defensa y entraba como un puñal, apuraba línea de fondo y ponía el pase atrás para el incombustible Trejo, que no perdonaba.

Los rayistas se marchaban al vestuario siendo equipo de Primera, después de una primera mitad en la que habían sido muy superiores. Necesitaba darle la vuelta Francisco e hizo cambios, aunque no consiguió taponar la sangría que provocaban los de Iraola por la izquierda. El guion cambió en el minuto 55, cuando Velázquez se marchó expulsado y Stuani entró en escena. La primera que tuvo la mandó al palo, aunque fue invalidada por bajar el balón con la mano.

El Rayo empezó a sufrir por primera vez en el partido. Un gol llevaba el partido a la prórroga, en la que no valía el empate. En caso de que la igualdad se mantuviese al término de los 120′, el Girona ascendería sin tener que pasar por la tanda de penaltis, al quedar por encima de los vallecanos en la clasificación.

Un hasta entonces desdibujado Girona comenzó a crecerse. Su presencia en esta final no era casualidad. Los catalanes venían siendo el equipo más en forma de la categoría, después de 11 partidos sin perder, en los que nueve habían sido victorias. Contaban ya con todo su arsenal sobre el césped y comenzaron a imponerse, pero no eran capaces de superar a la ordenada defensa rayista y a Luca, notable una vez más, que esta temporada se ha desprendido del peso de su apellido con sus grandes actuaciones.

Tras una interminable prolongación de seis minutos, el Rayo Vallecano confirmó el milagro. Pocas esperanzas había puestas en remontar a un Girona que ha demostrado más oficio que nadie en esta categoría, pero los de Iraola tiraron de valentía, coraje y nobleza para darle la vuelta al partido y confirmar su regreso a la élite. ¡VALLECAS ES DE PRIMERA!

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