Amigos del arbitraje

El Plan B de España para la final del Mundial

Mateu Lahoz
Mateu Lahoz, en un partido internacional. (AFP)

En apenas unos días arranca uno de los mundiales más polémicos de toda la historia. La fecha en la que se disputa o las ideas del país que lo acoge están entre otras cosas, en el punto de mira de todos. Polémica aparte, es un Mundial, y sólo lo podemos disfrutar cada cuatro años. Será un evento irrepetible e imposible de olvidar para los jugadores y aficionados.

Es un evento que logra unir durante unas semanas a las diferentes aficiones de un mismo país, que viven divididas el resto del tiempo, incluso a aquellos que no forman parte de ninguna afición, a los antifútbol en muchas ocasiones también los logra enganchar. Así pues, aficionado o no al fútbol, es para casi todos un sueño ver a la selección de su país jugar la gran final, y como no, ver a su capitán levantar ese bendito trofeo que solo algunos afortunados han logrado ni siquiera tocarlo.

La selección española lo lograba el 11 de julio de 2010, nuestro capitán Iker Casillas levantaba al cielo de Johannesburgo la Copa del Mundo para mostrar al mundo que éramos campeones. Pese a ello, las ganas de ver y vivir de nuevo algo parecido no han disminuido, quizás todo lo contrario, el haber saboreado ya las mieles de la victoria hacen que las ganas y exigencias sean todavía mayores. Desgraciadamente, las probabilidades de conseguirlo son pocas, y eso no hace que la decepción sea enorme cuando mandan a tu equipo para casa.

Pero seguro que muchos no se han parado a pensar que hay un Plan B por si nuestra selección no consigue el tan anhelado objetivo. Estoy hablando de otra selección española, la de los árbitros, la capitaneada por el valenciano Antonio Miguel Mateu Lahoz.

Mateu Lahoz, que irá acompañado de cinco compañeros más, Alejandro Hernández Hernández, Ricardo De Burgos Bengoetxea y Juan Martínez Munera (que irán a la Sala VOR), Pau Cebrián Devis y Roberto Díaz Pérez (que irán de árbitros asistentes), forman la otra selección española, la de los árbitros.

A fecha de hoy, se han disputado un total de 21 Mundiales y en ninguna de sus finales ha estado dirigiendo un árbitro español. Y como árbitro español que soy, no profesional, hay pocas cosas en la vida que me podrían hacer sentir más orgulloso. Ese día, todos los árbitros del país (más de 18.000) estaríamos unidos en apoyo a nuestro compañero.

La vez que más cerca ha estado España de tener un representante como árbitro principal en una final de un Mundial fue el año 2006. Aquel año, el Mundial se disputaba en Alemania y llegaban a la final Italia y Francia. Sí, la del cabezazo de Zinedine Zidane a Materazzi, que acabó con su expulsión en el que sería el último partido del internacional francés en su carrera.

En aquella final, el encargado de dirigirla fue el argentino Horacio Elizondo, el cual reconoció que nunca llegó a ver la agresión, y que fue su ángel de la guarda quién le explicó lo sucedido. Ese ángel no es otro que Medina Cantalejo, actual presidente del Comité Técnico de Árbitros, que aquel día actuaba como cuarto árbitro.

Así pues, y para que no haya dudas, nuestra primera opción siempre será que la selección española llegue a la final y la gane, ahora bien, si no lo hace, permítanme que me haga ilusión que sea la de los árbitros quien lo logre. Larga vida al arbitraje español.

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