Copa Masters

Nadal es indestructible: también remonta a Tsitsipas y sigue vivo en el Masters

Rafa Nadal
Rafa Nadal protagonizó otra remontada épica ante Tsitsipas.
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Rafa Nadal es indestructible. Si se pegara con Ironman o con el increíble Hulk sería un combate nulo porque el español es un superhéroe con raqueta. Igual que ante Medvedev, Nadal tuvo que remontar frente a Tsitsipas después de perder el primer set en el tie-break. Rafa se llevó los dos siguientes y acabó ganando por 6-7, 6-4 y 7-5. El español se mantiene vivo en la Copa Masters a la espera de que Medvedev gane a Zverev en un partido que parece un trabalenguas.

Tsitsipas afrontaba el partido ante Rafa Nadal con el billete para las semifinales en el bolsillo pero no por clasificado se relajó. Al contrario. El griego, desgarbado y profundo, salió dispuesto a competir como si le fuera la vida. También Nadal, que tiene en su ADN el gen ganador absolutamente intrincado. Cada uno iba manteniendo su saque hasta un 4-4 que parecía presagiar un futuro tie-break.

El griego se sujetaba en su saque y Rafa en su interminable variante de golpes. Ninguno mandaba en un partido sin dueño y con mucho tenis del bueno. Nadal salvó su saque en el noveno juego y se fue 5-4 arriba. Tsitsipas respondió con otro juego en blanco, el tercero consecutivo, con su imponente servicio una derecha que corre más que Pedro Sánchez cerrando pactos.

A Rafa Nadal no se le encogió el brazo y devolvió el juego: 6-5 para Rafa y ni una bola de break concedida ni por el español ni por el griego en 11 juegos de primer set. Tsitsipas también salvó su servicio sin apuros y nos fuimos a un tie-break cantado.

El griego rompió el saque a Rafa en el primer punto, pero Nadal se la devolvió y recuperó el equilibrio para el 1-1. Desde ahí cada jugador mantuvo su saque hasta que Tsitsipas volvió a romper a Nadal en el quinto punto y se puso 3-2 arriba con dos servicios. El español acumulaba 14 errores no forzados por sólo 11 winners. El set pintaba para el griego.

Rafa falló en el tie-break

Cambiaron de lado con el 4-2 y Rafa rompió el saque para devolver el equilibrio: 4-3 abajo y dos saques para Nadal. Sólo salvó uno de sus dos servicios y dejó a Tsitsipas con 5-4 arriba y dos saques para cerrar el primer set. Lo hizo a la primera y acabó ganando 7-4 con un ace incluido. El español había sucumbido víctima de sus propios errores.

Nadal necesitaba recuperar la agresividad y la iniciativa si no quería despedirse de la Copa Masters por la vía rápida. Por no hablar de que su revés no estaba corriendo en absoluto. Tsitsipas comenzó el segundo set sacando y puso el 1-0 sin despeinarse. También Rafa salvó su servicio en blanco. El genio español trataba de animarse y aferrarse el partido.

Misma historia para poner el 2-2. En el quinto juego Rafa tuvo dos bolas de break, las primeras del partido. Las desperdició, la segunda de ellas con un error no forzado. Se lamentaba Nadal porque no encontraba su mejor tenis. Cuatro puntos seguidos de Tsitsipas y 3-2 para el griego. Igualó Nadal con su servicio y a remar otra vez.

Nadal perdona tres bolas de break

En el séptimo juego de nuevo Nadal desperdició una bola de break, la tercera del partido. Y otra vez Tsitsipas hizo valer su poderoso saque para cerrar el 4-3 a su favor. Rafa cerró su saque y… ¿a qué no adivinan qué ocurrió en el noveno juego? Pues sí. La cuarta bola de break para el español. Y a la cuarta fue la vencida y Rafa selló el 4-5 a su favor con el saque para igualar el set.

Nadal había resucitado y su tenis también. La derecha profunda corría y el «¡¡¡vamos!!!» resonaba por todo el O2 después de cada punto. Con su saque se puso Rafa 40-0 pero el griego, que es duro como un pan de anteayer, salvó las dos primeras bolas de set. No la tercera, que celebró Nadal como si le hubiera tocado el Euromillón. Rafa igualaba el duelo y nos íbamos al tercer set, igual que el día de Medvedev.

En el set definitivo tomó Nadal la iniciativa y puso en apuros a Tsitsipas, que empezaba a volverse fallón. Al resto Rafa ponía en apuros al griego que parecía bajo de batería. Nadal salvaba sus servicios en blanco y Tsitsipas tenía que ir hasta el deuce. Y en el quinto juego, con 2-2, el superhéroe de Manacor tuvo dos bolas de break. Salvó la primera el griego con un saque directo. Y la segunda con un saque y volea de manual al más puro estilo Boris Becker o Stefan Edberg. Y salvó el juego, conque 3-2 abajo Rafa.

Un set de infarto

Nadal superó un 0-30 con su servicio para poner un 3-3 en un duelo que empezaba a adquirir tintes épicos. En el séptimo juego Rafa tuvo una nueva bola de break después de un passing antológico. Pero otra vez Tsitsipas reaccionó y salvó una nueva situación comprometida. Respondió Nadal con solidez y algunos puntos estratosféricos para poner el 4-4.

El 5-4 se lo llevó Tsitsipas en blanco casi sin despeinar ese pelazo que gasta. Algo más tuvo que sufrir Nadal para apuntarse el 5-5 en el décimo juego del tercero. Qué nervios, oiga. En el undécimo otra vez Rafa dispuso de sendas bolas de break. A la segunda, la quinta del set, llegó la rotura de Nadal, que se puso con 6-5 y su servicio para cerrar el partido.

Con algún apuro que otro pero con la solvencia que otorga ser el mejor tenista del mundo conocido y por conocer Nadal salvó su saque y con él puso el 7-5 definitivo en la tercera manga. Dignísimo partido de un Tsitsipas que nunca se rindió, pero que acabó sucumbiendo ante el huracán Nadal.

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