Mundial 2018: Irán despierta a Marruecos en el último minuto (0-1)

El aperitivo del España-Portugal estaba en el primer encuentro del grupo B, entre Marruecos e Irán. Un partido trascendental para los intereses de ambos conjuntos, sobre todo para los leones del Atlas. Las aspiraciones de las selecciones marroquí e iraní en este Mundial 2018 están a priori condicionadas por las dos gigantes con las que se encuentran emparejadas, por lo que no podían permitirse tropezar en su debut mundialista. Los leones del Atlas, uno de los candidatos a revelarse en Rusia, deberán jugarse el todo por el todo en las dos próximas jornadas, pues los del medio oriente se llevaron los tres primeros puntos, al vencer 0-1, gracias a un gol en propia puerta de Bouhaddouz.

Era una final y así lo entendieron en el país vecino, que salió con un once verdaderamente ofensivo. Conocidos de LaLiga como Munir -portero del Numancia-, Achraf y Amrabat formaban parte de un equipo que salió desde el primer minuto buscando encarrilar el choque. El jugador del Leganés jugó en el lateral derecho, en una demarcación hasta el momento desconocida para él, mientras que el madridista lo hizo por la izquierda, a pierna cambiada.

No tardaron en sucederse las ocasiones. Los marroquíes hacían notar su superioridad y estuvieron en los primeros minutos cerca de lograr abrir el marcador. Harit, Ziyech, Belhanda y Kaabu tuvieron las suyas en los primeros diez minutos. El partido apuntaba a monólogo, pero fue perdiendo la gracia a medida que corría el reloj.

De lo que apuntaba a goleada, se pasó a un encuentro monótono. Los centros desde las bandas de los del Magreb y las constantes ocasiones fueron diluyéndose. Marruecos se veía superior, pero no imponía sus argumentos vistos en los primeros compases y poco a poco se fueron desesperando, lo que favoreció al combinado dirigido por Carlos Queiroz, que tuvo la  más clara del encuentro al borde del descanso.

El guardameta numantino tuvo que hacer acto de presencia -y qué presencia- cuando Azmoun se plantó solo delante suyo. Primero hizo una gran intervención salvando el uno contra uno y, con una prodigiosa mano digna de un portero de balonmano, salvó el gol tras el rechace.

Irán estaba cómoda y ordenada, lo que les permitió retener el peligro marroquí alejado durante la segunda mitad. El despliegue ofensivo ofrecido por los del Atlas parecía haber sido un espejismo, viendo lo que se vio el resto del partido. Para colmo, Nordin Amrabat caía conmocionado a falta de 15 minutos, lo que le obligó a abandonar el terreno de juego, tras un duro golpe contra el césped.

Con un equipo superior, plagado de jugadores con experiencia en las ligas europeas, los marroquíes no estaban siendo capaces de imponerse a una Irán que carecía de argumentos para romper el empate a cero. Sólo un amago de reacción hizo que por momentos se reactivara la opción de ver un gol. Pero ni con esas, no llegaba.

El inesperado giro de guión llegó en el último minuto del partido. Una falta inoportuna de Sofyan Amrabat permitió que el balón colgado al área fuese rematado por Bouhaddouz, que marcó en su propia portería. Irán despertó de golpe a una selección marroquí que aprovechó la idoneidad del horario para echarse la siesta y que lo pagó caro. Mérito para la Irán de Queiroz, que ordenada y replegada aprovechó la última para iniciar su camino en el Mundial de Rusia 2018 con una victoria.