Liga Santander: Barcelona 4 - Celta 1

Messi vota por Valverde

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Leo Messi salvó la cabeza de Ernesto Valverde.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Leo Messi salvó la cabeza de Ernesto Valverde. El argentino hizo un hat-trick que evitó la gillotina a su entrenador ante un Celta que planteó más cosas que el Barça en el Camp Nou, pero que fue sancionado por la atronadora pegada del 10. Un penalti y dos faltas prácticamente calcadas resolvieron un partido que se pudo complicar.

El equipo culé volvió a exhibir un juego ramplón y eso que Valverde tiró de populismo alineando de titular a un Ansu Fati. El prometedor canterano no pudo lucir en el partido, aunque de sus botas surgiría el primer gol. Messi, que hizo lo que quiso y cuando quiso, incluso intentó acabar con los rumores de su mala relación con Griezmann regalándole un gol que no marcó avanzada la segunda mitad.

El Barça dominó inicialmente la posesión, pero carecía de profundidad y sensación de peligro. El Celta, agazapado inicialmente, tomaba poco a poco sensaciones jugando al contragolpe, pero tampoco sometiendo a esfuerzos a Ter Stegen.

Valverde estaba nervioso en la banda. No paraba de gesticular y dar instrucciones. Quería que el Camp Nou viese que no se había rendido. Ansu Fati premió al entrenador que le dio su primera oportunidad sacando un penalti a Aidoo, quien cortó su centro raso con la mano. Messi se lo pidió y engañó a Rubén para adelantar a los culés en el ecuador de la primera mitad.

El Celta no se resignó y tiró de personalidad para empezar a desarrollar su juego ante la indolencia culé. Un signo de los nervios de Valverde fue que cambió a Semedo por Busquets sin media hora de juego cumplida. Quería el control del balón a toda costa para no sufrir.

Los visitantes, sin embargo, se encontraron el gol en una falta bien tirada por Olaza. El zurdo superó a la barrera culé y marcó un tanto ante el que Ter Stegen pudo haber hecho algo más para detenerlo. Al alemán no se le suele dar bien los gallegos.

El runrún comenzó en el Camp Nou. El juego era malo, los desbordes escasos y la posesión repartida. Cuando peor pintaba la cosa, Messi marcó un gol de esos psicológicos en el tiempo de descuento de la primera mitad. El argentino soltó un zapatazo desde 25 metros en la frontal para colarla por encima de la barrera. El argentino dio un clínic de cómo se debe tirar una falta.

Messi sentencia

Valverde, pese a todo, no estaba contento con nada. Cambió la baza populista de Ansu Fati y metió a un Dembelé después del descanso. El francés quiso marcar territorio firmando una gran jugada que se fue por un pelo alto de la portería de Rubén. El Barça apretaba y el Celta cayó dos veces en la misma piedra. Cometieron otra falta en la frontal y el resultado fue el mismo que el anterior. Messi conectaba otro trallazo por la escuadra. Igual al Celta le hubiese salido más rentable colocar a un defensa bajo palos visto lo visto.

El Barça ya sí se relajó y el Celta fue un quiero y no puedo. La cosa se puso tan de cara para los culés que hasta Messi quiso regalarle un gol a Griezmann para que no se diga que no son los mejores amigos. Rubén, sin embargo, se encargó de que el francés no luciera en otro partido aciago para su estadística. Eso de jugar en la izquierda no le viene nada bien.

Valverde no se fiaba ni un pelo y hasta sacó al lesionado Luis Suárez por si las moscas. Busquets, de disparo desde la frontal, cerraba la cuenta en el minuto 81 del partido en el que su entrenador salvó un match-ball. El Txingurri sigue sin enamorar con su juego, pero continúa colíder de la Liga. No sería de recibo destituir a un técnico en esta posición tan privilegiada.

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