Marina Bassols se disfraza de Nadal para firmar una remontada histórica: perdía 0-6, 0-5 y 0-30
Marina Bassols se ha hecho un hueco en los libros de historia del tenis tras firmar una de las mayores remontadas de la historia de este deporte. La tenista catalana, número 263 del mundo, consiguió una victoria histórica en el WTA 250 de Budapest. Pese a ser la primera ronda de la fase previa, la española vivió un día que nunca olvidará después de remontar un 0-6, 0-5 y 0-30 para acabar ganando el partido.
A sus 22 años, Marina se disfrazó de Rafa Nadal en Australia para lograr levantar un partido que estaba prácticamente perdido. Igual que hizo el español en la final del Abierto de Australia contra Medvedev, la catalana no dio su brazo a torcer y peleó hasta la última bola. Tras encajar un 0-6 en el primer set, Bassols estaba a dos puntos de caer eliminada frente a Hatouka, número 211 del mundo y cabeza de serie número 11 de la fase previa.
La bielorrusa estaba siendo muy superior a la española, pero la capacidad de resistencia de la catalana acabó teniendo premio. Con 0-6, 0-5 y 0-30 en contra todo parecía perdido pero Marina Bassols resurgió de sus cenizas para firmar la mayor remontada de la temporada y una de las más increíbles de la historia del tenis. La situación dio un giro radical totalmente inesperado y del 0-6, 0-5 y 0-30 se pasó al 0-6, 7-5 y 6-4 final.
Para terminar de enmarcar su gesta, la española tuvo que levantar hasta tres bolas de partido en contra, dos con su saque con 15-40 y otra al resto, con el servicio de Hatouka. La bielorrusa no daba crédito a la resistencia de la joven tenista de 22 años. Marina ha firmado una gesta que recordará toda su vida. Con este triunfo son ya 11 las victorias consecutivas que acumula Bassols esta temporada tras hacerse con el título la pasada semana en el ITF 25K de Palma de Río (Córdoba).
Además, este triunfo le sitúa un paso más cerca del top 200 que le permitiría disputar la previa del US Open. Bassols nunca olvidará este día. Una remontada de este estilo está al alcance de muy pocos y la española ha demostrada tener una resistencia impresionante para seguir viva en la cita de Budapest. Sin duda, es una victoria que enseñarán a los jóvenes talentos en las escuelas. Es el premio a no rendirse nunca.