Muere el pionero del tenis español

Manolo Santana, el primer Rafa Nadal

Manolo Santana
Manolo Santana posa con Rafa Nadal. (AFP)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Manolo Santana fue el primer tenista español que se convirtió en un icono a nivel mundial. Cuatro veces ganador de Grand Slams y además campeón olímpico –aunque era de exhibición– en 1968, el madrileño se encumbró dentro y fuera de las pistas como una leyenda sin parangón abanderando a una generación de ídolos de aquella España tardo-franquista con deportistas tan recordados como Ángel Nieto, Luis Ocaña o Luis Aragonés. 

El tenista, sin embargo, trascendió más allá de los resultados en unos tiempos en los que ganarse la vida como tenista no era nada fácil. Manolo Santana empezó en la era amateur y terminó ganando torneos en la era Open. Se convirtió en el primer europeo en romper el dominio de jugadores americanos y australianos plantando cara a leyendas como Rod Laver o Roy Emerson.

Manolo Santana fue un ídolo de masas y es el culpable de la tremenda expansión del tenis en España primero a través de la construcción de pistas de tenis, luego capitaneando al equipo de Copa Davis en varias ocasiones y finalmente hasta dirigiendo un torneo que es hoy uno de los más importantes del calendario como el Masters de Madrid.

El que fuese presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, definió el impacto de Manolo Santana en una frase:  Siempre he dicho que la organización deportiva de un país es como una pirámide, con muchos deportistas en la base de la cual surgirá, en la cúspide, y sin duda alguna, el campeón, el medallista. A este tipo de pirámide hay que añadirle otra invertida, que es la creación, aunque sea artificialmente, del campeón, para que en la base surjan miles de practicantes atraídos por sus triunfos. Este ha sido Santana, la cúspide invertida de la pirámide que no sólo dio días de gloria al deporte español, como sus victorias en Wimbledon y Roland Garros y sus actuaciones históricas en la Copa Davis, sino también el promotor de la construcción de miles y miles de pistas de tenis e impulsor de decenas de miles de practicantes en nuestro país».

El espejo de Nadal

Los éxitos de Manolo Santana perduraron más de cuatro décadas y eso que candidatos no faltaron a intentar emular sus hazañas hasta que en 2005 apareció un marciano llamado Rafa Nadal. «Ya lo he dicho muchas veces en el pasado, pero no me importa repetirlo una y otra vez. Mil gracias por lo que hiciste por nuestro país y por marcar el camino de tantos. Siempre fuiste un referente, un amigo y una persona cercana a todos», le despidió un Rafa Nadal que siempre mantuvo una magnífica relación con el legendario jugador.

«Es el mejor deportista español que ha habido y habrá. Es un orgullo tener a un deportista tan increíble y tan buena persona. Es aún mejor como persona que como tenista», comentó Santana sobre la carrera de Nadal en una de sus últimas entrevistas allá por 2018.

Pese a que no llegaron a trabajar codo con codo como Nadal hace con Carlos Moyá, el tenista de Manacor sí ha sido uno de los que más historias y anécdotas ha podido conocer de un Manolo Santana que ha marcado un antes y un después en el mundo del tenis español como pionero. «Fue el primero en romper unas barreras que parecían imposibles», zanja Carlos Moyá.

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