Llull se da un homenaje ante sus ex (96-70)


Dice la ley del ex que todo jugador que se enfrenta a su antiguo equipo cuaja una actuación positiva y en ocasiones, determinante. Esta teoría en tantas ocasiones aplicada al fútbol y sus goleadores hizo acto de presencia en el mediodía del Barclaycard Center con Sergio Llull como protagonista. El menorquín recibía la visita de Manresa, equipo que le permitió debutar en la Liga Endesa, y cuajó una de sus mejores actuaciones del curso con 24 puntos y 5 asistencias que le dieron al Real Madrid (96-70) su octava victoria de la temporada en la competición doméstica, donde continúan como líderes. 37 de valoración en 16 minutos, casi nada.
Sensaciones especiales siempre que voy a jugar contra @BasquetManresa, club de grandes valores en el que me formé ⛹?? pic.twitter.com/dGBOOj1e9N
— Sergio Llull (@23Llull) November 26, 2016
El propio Llull, junto a Doncic, Maciulis, Reyes y Ayón, fue el encargado de dirigir el quinteto inicial merengue. 22 fueron los segundos que pudo aguantar el capitán, jugador más destacado del partido frente a Unics Kazan, en cancha. Una pugna por un rebote ofensivo provocó la torcedura del tobillo de Felipe, que tuvo que retirarse, eso sí, habiendo sumando la captura a su cuenta.
Con el shock por la lesión de Reyes y la posterior de Auda, el encuentro marchó por la senda de la igualdad, con el equipo blanco manejando pequeñas ventajas en el luminoso. Una canasta de Ayón ponía punto y final a un primer cuarto en el que los blancos impusieron su acierto en los tiros (25-17).
Laso cada día le da minutos importantes a uno de los teóricos jugadores de la segunda unidad, y en la mañana de domingo le tocó a Jeff Taylor que, además de sumar su habitual intensidad en defensa, se mostró muy acertado en el tiro, lo cual supuso las primeras ventajas en el partido superiores a diez puntos del lado madridista.
Dos arreones liderados por Cakarun y Suggs redujeron la ventaja en dos ocasiones antes del descanso, al que se llegó con la rigurosa expulsión de Andrés Nocioni por dos faltas técnicas casi consecutivas. Manresa estaba dispuesto a dar la sorpresa en el Palacio (41-36).
En un partido extraño, con dos lesionados y un expulsado en la primera parte, apareció la figura de Sergio Llull, que no se compadeció de su ex equipo y comenzó el tercer cuarto martilleando el aro con seis puntos consecutivos, que devolvían la tranquilidad en el marcador para el Real.
Llull acabó con el partido
Pero una vez enciendes a Llull, la calma no va a permanecer nunca más en el partido. Empeñado en seguir sumando y maravillando a los aficionados que se acercaron al Palacio en medio de la lluvia, mando al cielo dos triples más –uno de ellos con tiro adicional– que pusieron los veinte de ventaja en el marcador y cerraron sin pestañear el partido a falta de quince minutos.
La distancia fue creciendo incluso poco a poco con los menos habituales ya en pista. El último cuarto debía servir para que estos cogieran confianza y que los teóricos titulares descansaran de cara al importante partido del jueves frente a Fenerbahce. Carroll, escondido en la segunda unidad pero con talento de sobra mostrado para desequilibrar a nivel europeo alimentó un cuarto sin importancia con canastas bien respondidas por Andric, pero sin nada ya en juego y con la victoria bien guardada en el saco del Madrid.