Koolhof, el verdugo de España que también se retira tras la Davis: «Disfruté siendo el aguafiestas»
El doblista holandés dialoga con OKDIARIO sobre el partido de dobles que ganó a España y desencadenó en el homenaje a Nadal
Wesley reflexiona también sobre el cómo despedirse del tenis
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Wesley Koolhof desfila por las tripas del Martín Carpena mientras los aficionados, perennes en sus butacas, asisten a la despedida de Rafa Nadal tras caer España en la Davis. Un adiós en dos actos, porque el balear, que sucumbió ante Botic van de Zandschulp en individual, tuvo que esperar al desenlace de la eliminatoria en los dobles para concluir un vuelo de más de dos décadas mordiendo metales.
El imaginario de la afición española fantaseaba con un último capítulo triunfal de Nadal. El ambiente, nostálgico al ser su último partido, opacó a una selección, la de Holanda, cuya nómina de tenistas no registra ninguna muñeca fuera de serie, pero sí raquetas contrastadas. Koolhof se lleva la suya a paso jovial. Abandona el Martín Carpena cómo si lo que ocurre sobre la pista no tuviera nada que ver con él.
Pero ha sido el protagonista secundario. Su triunfo en dobles selló la eliminación de España y adelantó la retirada de Nadal. «Hubo muchas emociones. Acabé orgulloso de mi equipo y de mí mismo porque rendí a un nivel muy alto en el partido ante Alcaraz y Granollers. Disfruté siendo el aguafiestas de España -asegura entre risas-, pero luego me emocioné con la despedida de Rafa. Fue una noche de sentimientos encontrados», rememora Koolhof durante su conversación con OKDIARIO.
«Sabía que era posible que destruyéramos la felicidad española. Nadal se merece ganar la Davis, hubiera sido increíble, pero sabíamos lo que debíamos hacer para ganar. Lo siento por los aficionados españoles», asegura. Pocos o muy pocos podían imaginar tan súbito desenlace. España quedó fuera a las primeras de cambio y desencadenó una concatenación de eventualidades que deslucieron el homenaje a Rafa.
Desde que Ferrer hizo pública la inclusión del balear en el equipo español, los focos apuntaron a Nadal. Sus últimos cañonazos iban a ser con España, lo que envolvía la visión y dejaba en un segundo plano la Copa Davis. «Puede que la presión por ser su último partido jugara en su contra. Cuando escuché el himno de España y lo vi llorando y pensé ‘está muy nervioso’, pero no sabíamos cuál iba a ser su nivel porque llevaba cuatro meses sin competir», analiza Koolhof durante su conversación con este medio.
Koolhof también se retira tras la Davis
«Rafa compitió a un nivel alto, pero creo que puede jugar mejor. Tal vez los nervios y la presión de ser su último partido le jugaron una mala pasada. Es más fácil terminar tú carrera jugando para ti mismo en un partido ATP que hacerlo para todo un país y tantos aficionados en la grada», explica el tenista neerlandés, que también se jugaba la retirada en el partido de dobles ante Alcaraz y Granollers.
El perdedor se retiraría. Era él o Rafa. «Al final fue él. Cuando pisé la pista pensé ‘prefiero que se retire él antes que yo’, pero podía haber sucedido al revés», razona el neerlandés, cabeza ejecutora sobre la red y pensante de la dupla tulipán. Arribó en Málaga con un análisis medido de Granollers, al que venía de superar en las ATP Finals de Turín.
También conocía la versión doblista de Nadal y Alcaraz, ante los que había caído durante el verano en la tierra batida de los Juegos Olímpicos de París. «Granollers es un tenista increíble. He jugado mucho contra él en los últimos años y sabía cómo jugaba, pero no sabía qué esperarme del todo de Carlos. Sólo me había enfrentado a él en los Juegos y compitió increíble. Granollers también me conoce a mí. Siempre es agradable jugar este tipo de partidos», detalla.
A sus 35 años, Koolhof ya se ha despedido del circuito en particular y lo hará del tenis en general cuando finalice el paso de Holanda en la Copa Davis. Ganador de Wimbledon el curso pasado, este año ha tocado metal en Auckland, Róterdam, Indian Wells, Shanghái y París. Su segunda temporada más prolífica de siempre. Todavía le queda tenis en su raqueta.
«Afronto la eliminatoria contra Alemania intentando no pensar en ello, me centro en jugar. Los últimos años perdimos en cuartos de final de la Davis y el objetivo era avanzar a semifinales. Contra España parecía que estaba muy motivado, pero no lo estaba más de lo normal», especifica un Koolhof que reflexiona sobre el cómo despedirse del tenis.
«Para mí hay tres opciones. Una es si te has lesionado, que no juegas más. Otra si sigues jugando y vas bajando en el ranking que la gente se olvida de ti. Y otra es rindiendo con nota muy alta. Esta temporada ha sido increíble. Todavía puedo jugar muy bien y podría estar otros cinco o siete años, pero me ocurre al contrario que a Rafa. Mi cuerpo está bien, pero decidí dejarlo. No me arrepiento. Me encantaría ser padre y formar una familia», finaliza Koolhof, el verdugo de España en la Copa Davis.
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