Illarramendi clama venganza: «¿El Madrid? Yo soy de la Real desde pequeño»

La Real Sociedad puede ajusticiar al Real Madrid en Liga y entre los once futbolistas que pondrá en liza Eusebio estará a buen seguro Illarramendi, un ex jugador madridista al que se le cayó encima el Bernabéu y que nunca soportó la presión de jugar en un club como el madridista. Esta temporada, de vuelta a su Mutriku y a su Real, ha jugado 30 jornadas. Es intocable, indiscutible e imprescindible.

Illarra quiere venganza. Su salida del Real Madrid fue abrupta y ahora podría tomarse la revancha de quitarle la Liga a su ex equipo. Hasta sueña con marcar un gol, a pesar de que la goleadora no sea su mejor faceta: «Ya marqué un gol con el Real Madrid en Anoeta y espero volver a marcar pronto». Y sobre sus sentimientos no alberga dudas: «Yo soy de la Real desde pequeño».

Un fichaje ilusionante

La historia de Illarra es compleja. El natural de Mutriku brilló en el equipo donostiarra la temporada 2012-13, consiguiendo un cuarto puesto que daba acceso a la Champions después de muchos años.

A final de la misma, el europeo sub’21 de Israel le iba a consagrar como el mejor centrocampista del torneo. Estos dos factores no pasaron inadvertidos al Real Madrid, que se lanzó a por Illarramendi.

La ‘españolización’ del Real Madrid

Tras la era Mourinho, el conjunto blanco empezó un proceso de españolización en la plantilla. Isco, que también fuera uno de los más destacados de la sub-21, fue el primero en llegar procedente del Málaga a cambio de unos 30 millones de euros.

El siguiente iba a ser el propio Illarramendi. El guipuzcoano fue el fichaje español más caro de la historia del Real Madrid, con los cerca de 40 ‘kilos’ que se pagó a la Real Sociedad. Venía con una vitola clara, la de prepararse para ser el sustituto de Xabi Alonso en la medular blanca, y por lo demostrado en la entidad txuri-urdin y la selección española, tenía dotes para ello.

Superado por la presión escénica

Illarramendi nunca había salido prácticamente de su localidad y eso se notó desde su presentación con el Real Madrid. El mediocentro se trajo a medio pueblo de Mutriku, su cuadrilla de 30 personas como él mismo los presentó, obviando la importancia del fichaje en su entorno.

Los inicios fueron duros. Illarra sabía que tenía muy complicado hacerse un hueco en el once con la presencia aún de Xabi Alonso en la plantilla blanca y sus intervenciones tampoco estaban siendo como las de la campaña pasada. Fue entonces cuándo se empezó a decir que le superaba la presión escénica de estar en el club más laureado de todos los tiempos, hecho que se acrecentaba cuándo jugaba en el Bernabéu.

Dortmund, un antes y un después

Nunca olvidará Illarramendi aquél 8 de abril de 2014. El Real Madrid se presentaba en el Signal Iduna Park con medio billete para las semifinales de Champions tras la victoria en la ida ante el Dortmund (3-0). Ancelotti dio entonces el relevo a los menos habituales, hecho que a punto estuvo de costarle la eliminación después de perder 2-0 en Alemania.

Illarra era uno de ellos y también fue el más señalado de todos tras su fallo en el segundo gol de los amarillos. Carletto le fulminó en el descanso y eso no lo consiguió superar el vasco, ya que sus minutos hasta final de temporada fueron prácticamente testimoniales.

Khedira, que había estado todo el curso lesionado, llegó a jugar la final de la máxima competición europea a nivel de clubes por delante de un jugador que estaba al 100% ante la baja de Xabi Alonso. Este hecho terminaba de demostrar que su situación en el Real Madrid era ya insostenible.

Además unos meses antes había acudido a los carnavales de Azpeitia disfrazado del superhéroe ‘Batman’. Pero esto no fue lo que molestó en el club blanco, si no que se filtrara cómo se puso a torear una vaquilla, aspecto totalmente prohibido en el régimen interno de la entidad por el que tuvo que pedir perdón.

El que nunca fue sucesor de Xabi Alonso

Ese mismo verano los rumores de salida en torno a Illarramendi se sucedían. Ancelotti había contratado a otro mediocentro de carácter defensivo como el guipuzcoano (Kroos) y a pesar de la salida a última hora de Xabi Alonso, su estatus no había mejorado.

Sin embargo, Illarra no salió en el mercado estival y permaneció otra temporada más en el Real Madrid. En total, en sus dos años como madridista disputó algo más de 4.200 minutos y anotó tres goles (el primero precisamente a su actual equipo).