CASO NEGREIRA

El futuro del Barça en la UEFA en manos de un ex directivo del Espanyol que ya denunció sus arbitrajes

Caso Negreira, Barça UEFA
Pedro Tomás.
Pelayo Barro

Tras un mes asistiendo al goteo constante de informaciones sobre los pagos del F.C. Barcelona al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros José María Enríquez Negreira, la UEFA ha decidido tomar cartas en el asunto e iniciar una investigación propia. Un proceso que podría derivar en la expulsión del Barça de las competiciones europeas. El recorrido de esa investigación pasará, tarde o temprano, por el Órgano de Apelación de la UEFA, que está presidido por un español: el catalán Pedro Tomás, ex presidente de la LFP -desalojado, entre otros, por el Barça- y ex director general del R.C.D. Espanyol que ya ha denunciado en el pasado situaciones irregulares y «vulneración de los reglamentos» por parte del club blaugrana.

No hay camino fácil para el Barça en el asunto Negreira. La vía judicial está en manos de una juez de perfil duro, azote del independentismo en varios casos de corrupción como el de Oriol Pujol o Laura Borras. Y la nueva vía abierta para esclarecer el motivo de esos 7,5 millones de euros pagados al número 2 de los árbitros, la emprendida por la UEFA, tampoco aparenta ser un camino de rosas para el club blaugrana. Ya no sólo porque los reglamentos del organismo que rige el fútbol europeo sean claros y específicos al castigar duramente cualquier intento por influir en los árbitros, sino por el perfil de algunos de los 30 técnicos UEFA por los que pasará el dosier Negreira.

Viejo conocido

Ateniéndose a la normativa interna de la UEFA, el caso del Barça y los pagos a Negreira apunta a terminar en manos del Comité de Apelación del organismo. Es el último de los escalones al que debería dirigirse el club presidido por Joan Laporta en caso de que el Comité de Control, Ética y Disciplina dictamine una posible expulsión de sus competiciones.

Pero la normativa UEFA contempla, incluso, que ante casos flagrantes y urgentes que puedan derivar en una expulsión -la sanción más grave que contempla el organismo-, el asunto puede ser dirigido directamente al Comité de Apelación. De esa forma, se acortan los plazos y se asegura que no haya demoras innecesarias que permitan a un club alargar el proceso en su beneficio. Pero lo más significativo de todo es que quien está al frente de este ente es un viejo conocido del club blaugrana: Pedro Tomás, que coordina a dos vicepresidentes y a otros 11 miembros.

Pedro Tomás (Barcelona, 1949) es desde hace 12 años presidente de este Comité de Apelación UEFA. Pero antes de eso, ocupó cargos muy relevantes en el fútbol español. Fue, por ejemplo, presidente de la LFP durante un corto periodo de tres años (entre 2001 y 2004). Su mandato finalizó bruscamente con su dimisión después de una especie de rebelión interna de clubes, que buscaban situar al frente de La Liga a alguien con mayor perfil «institucional». Entre los clubes que impulsaron aquel motín estaba el F.C. Barcelona, que había estrenado recientemente presidente: Joan Laporta, ahora también señalado por los pagos a Negreira durante su primer mandato.

«Trampas»

Tras aquella incursión en La Liga, Tomás volvió en 2006 a su papel como dirigente del R.C.D. Espanyol. El club rival del Barça en el que ocupó el cargo de director general, mano derecha del entonces presidente perico Daniel Sánchez Llibre. Y en aquella misma temporada llegó su mayor encontronazo: la final de la Supercopa de España que disputaron en Montjuic el Espanyol y el Barça.

En aquel encuentro, el entonces técnico blaugrana Frank Rijkaard alineó a Xavi (actual entrenador del Barça) y Puyol, que habían sido convocados unos días antes para un partido de la Selección española. El Espanyol reclamó que los dos jugadores no podían participar en el partido ateniéndose a la normativa, que dicta que deben pasar cinco días entre una convocatoria internacional y una de su club. Ambos jugaron igualmente. Unos días más tarde, el Comité de Competición desestimó la denuncia del Espanyol y dio por bueno el 0-1 que se llevó el Barça de la ida en el feudo blanquiazul.

Quien puso rostro a aquella batalla federativa del Espanyol por la alineación indebida del Barça fue precisamente su director general, Pedro Tomás. «Lo del partido de la Supercopa es un hecho de una vulneración de los reglamentos», aseguró Tomás entonces. Llegó a hablar de «trampas» y a comparar al Barça con ciclistas que ganan competiciones dopados.

Los caminos de Tomás y Barça volverían a cruzarse años más tarde, y con resultados también desalentadores para el ya entonces ex dirigente del Espanyol (que abandonó en 2009). En 2011 presentó su candidatura a la presidencia de la Federación Catalana de Fútbol. Una carrera por conseguir el apoyo de 1.241 clubes catalanes, pero en el que uno, el Barça, ya tenía su propio candidato. Y no era Tomás. Decidió abandonar prematuramente la candidatura, pero aprovechó para volver a señalar irregularidades: «El reglamento electoral hará que, de entrada, todos los candidatos hagan trampas, y yo con esto no juego». Pocos meses más tarde sería elegido presidente del Comité de Apelación de la UEFA. Y ahora, 12 años más tarde y convertido en figura de prestigio a nivel internacional, su camino vuelve a encontrarse con el del Barça.

Otro español

Antes de llegar a esa fase del Comité de Apelación, el caso Negreira va a iniciar su recorrido disciplinario en el Comité de Control, Ética y Disciplina. El órgano que ha anunciado, con un escueto comunicado, la apertura de diligencias propias para conocer los detalles de la presunta corrupción deportiva continuada del club blaugrana.

Este comité está formado por un presidente, dos vicepresidentes y trece miembros. Casi todos ellos con perfil técnico-jurídico y con experiencia en tribunales deportivos o representantes legales de diversas federaciones. Hay un español: Miguel García Caba, abogado de la Real Federación Española de Fútbol y antiguo jefe del servicio legal del Real Madrid.

 

 

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