ATLÉTICO DE MADRID 1-1 ALAVÉS

Final loco en el Calderón: Gameiro se estrena de penalti, pero el Atlético se deja empatar en el descuento (1-1)

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Gameiro y Torres se lamentan tras una ocasión fallada. (Reuters)

El Atlético de Madrid se estrenaba esta temporada ante su público y frente a uno de los recién ascendidos a la Liga, el Alavés. Sin Griezmann en el frente de ataque -falto de ritmo por sus vacaciones tras la Eurocopa-, la responsabilidad ofensiva recaía en Carrasco y en el fichaje del verano en la entidad rojiblanca, Kevin Gameiro.

Las suplencias de Gaitán, Torres y sobre todo Giménez eran lo más destacado del primer once en partido oficial que disponía Simeone este curso. Enfrente estaba un equipo completamente nuevo que había incorporado a casi toda su alineación titular -partiendo desde el entrenador Pellegrino.

Ya en el partido los primeros minutos transcurrieron con mucha calma. Así, no fue hasta el minuto 10 cuándo llegara la primera ocasión rojiblanca que llevó uno de los guiones típicos: internada de Juanfran por la derecha, posterior pase atrás del mismo y disparo de Koke que rebotó en Feddal.

El primer contratiempo para el técnico visitante llegó precisamente tras esta jugada ya que el propio central marroquí se lesionaba y Laguardia tenía que entrar en su lugar. Mientras tanto, los locales seguían haciendo daño a balón parado y un cabezazo de Godín a punto estuvo de convertirse en el primer gol que veía el Calderón de los suyos esta campaña.

Gameiro y Carrasco la tuvieron

El dominio colchonero se empezó a convertir en monólogo y Tiago, de nuevo en estático, pudo inaugurar el marcador. Gabi posteriormente y Gameiro a renglón seguido confirmaron que ya era todo un acoso y derribo.

Sin embargo, el ritmo se volvió a frenar y tan sólo tres acercamientos de Koke, Carrasco y Saúl inquietaron a un exmadridista Pacheco que transmitía la misma seguridad que sus compañeros. Justo después Gameiro disfrutaría de la ocasión de la noche, con un disparo que se marchó a las nubes.

Antes del descanso todavía Carrasco también la tuvo pero su remate desde la frontal lo repelió el palo y el citado guardameta poco después paraba otra intentona de Saúl.

Simeone sacó a todo su arsenal

En la reanudación, el Cholo introdujo a Fernando Torres por Tiago, en un claro gesto de que no debían perderse estos primeros tres puntos en el Calderón. Filipe Luis, con un derechazo, casi anota nada más comenzar y el asedio era más que evidente de nuevo.

A continuación Carrasco, con la ayuda inestimable de Saúl, confirmaba este dominio del Atlético ante un Alavés que se agazapaba atrás. Godín, un defensa con alma de delantero, pudo marcar de nuevo pero Pacheco volvió a confirmar que estaba en forma.

Las ocasiones seguían llegando pero la eficacia de cara a gol empezaba a preocupar a los aficionados rojiblancos. La nueva sustitución de Gabi por Gaitán demostraba que Simeone iba con todo al ataque.

Con otra nueva oportunidad de Godín, la última bala del Cholo era Correa, que entraba por Carrasco con todavía más de 20 minutos por delante. Sin embargo, el amplio arsenal ofensivo rojiblanco no conseguía derribar la muralla alavesa, que se veía beneficiado con otro nuevo palo, esta vez de Torres.

El Niño estaba siendo el mejor de esta segunda mitad pero su eficacia de cara a gol era más que evidente. Los minutos pasaban rápidamente para unos y de forma lenta para los otros, que tenían un frontón en la zaga.

Gameiro, Manu García y un final loco

Pacheco seguía siendo el héroe visitante con otra ocasión en la que le volvía a ganar la partida a Gameiro. El Alavés frenaba el partido con amarillas que bien valían un punto de oro en su vuelta a Primera ante uno de los gallos de la competición, el Atlético de Madrid.

Ya en el tiempo de prolongación iba a llegar la jugada que marcaría el encuentro. Laguardia agarraba a Torres e Iglesias Villanueva decretaba penalti a pesar que podía ser fuera del área el mismo. Gameiro iba a tomar la responsabilidad por delante de los galones de Torres y Koke, entre otros, y respondía con un lanzamiento que se colaba entre los tres palos ante la desesperación y protestas del conjunto alavés.

Cuando la afición colchonera celebraba los primeros tres puntos sufridos del año, Manu García iba a silenciar el Calderón con el empate en el 95. Un disparo del capitán visitante se colaba en las redes de Oblak y dejaba muda a toda una hinchada.

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