Ewan completa la felicidad de los sprinters en el Tour
Caleb Ewan se impuso en la undécima etapa del Tour de Francia, con final en Toulouse, después de imponerse en un apretadísimo sprint al corredor holandés Dylan Groenewegen.
Era el único gran gallo del sprint que no había levantado los brazos en meta. En Tolouse, Caleb Ewan se sacó la espina que le había estado persiguiendo durante todo el Tour de Francia. El Cohete de bolsillo, su mote más recurrente, levantó por un palmo a Dylan Groenewegen el triunfo antes de que la montaña ponga a los favoritos en su sitio.
El australiano es un corredor muy peculiar para ser sprinter. De hecho, tiene cuerpo de escalador con apenas 1,65 metros. Sin embargo, desarrolla una tremenda potencia en distancia cortas que le convierten en un auténtico peligro en cualquier llegada si está bien colocado y tiene espacio para maniobras. Fue así como se la encontró en Tolouse. El ciclista, de madre surcoreana, se pegó detrás del treno del Jumbo-Visma –que ha ganado con tres sprinters diferentes en este Tour– y arrancó detrás de Groenewegen para coger su rebufo y aprovechar para sobrepasarle a apenas 25 metros de meta.
El corredor, que ya ganó en el Giro de Italia este año en dos ocasiones y que contaba con otro triunfo en la Vuelta a España, completa el círculo de victorias en las tres grandes y con apenas 25 años. El corredor del Lotto apunta a ser una de las grandes estrellas del pelotón en el futuro en un día aburridísimo en la carrera.
El único incidente reseñable antes del triunfo de Ewan fue una caída que dejó K.O al clasicómano Tersptra y en la que se vio implicado sin consecuencias un Nairo Quintana que fue la noticia del día y no por sus pedales. El colombiano firmará por el conjunto francés Arkea de cara a la próxima temporada tras toda una vida vistiendo los colores del Movistar.
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