Este Messi es un diablo
Leo Messi quiere la Champions y De Gea se convirtió en su principal aliado para que el Barcelona firmara su pase a las semifinales. El ’10’ se cargó prácticamente sólo al Manchester United (3-0) en una victoria incontestable del Barça en la que Leo contó con la inestimable ayuda de De Gea, autor de una cantada en el segundo tanto que pesó tanto como la obra de arte de Leo en el primero. Los culés son equipos de semifinales y tras la eliminación de la Juventus aún más candidatos a levantar su sexta Champions League en el Wanda Metropolitano.
El 0-1 de Old Trafford otorgaba al Barcelona una ventaja que podía convertirse en un arma de doble filo para los de Valverde. Los primeros minutos de juego iban a ser el fiel reflejo de lo que podía haber en juego en el tramo decisivo del encuentro y el United, como ya hizo en el Parque de los Príncipes, se lanzó sin escudo hacia la portería rival y a punto estuvo de adelantarse antes de llegar al minuto con un disparo de Rashford, de puntera, que golpeó en el larguero de la portería de Ter Stegen. Un primer aviso que iba a dar paso a diez minutos de asedio que no se tradujo en disparos hacia la portería pero sí convirtió la seguridad culé en canguelo justificado.
El Barça estaba contra las cuerdas, sin respuesta y muy cerca de ver como el United le empataba la eliminatoria, pero como tantas otras veces en la última década, apareció Messi. El astro argentino acudió al rescate de sus compañeros minutos después de saborear las mieles del primer tanto merced a un penalti de Fred sobre Rakitic que Felix Brych señaló sin mucho convencimiento y el VAR se encargó de revisar y corregir para que todo siguiera dentro de la mayor justicia posible. El 0-0 continuaba pero el partido ya había cambiado.
Y volvamos a Messi. Un cuarto de hora de sufrimiento después, el ’10’ decidió ponerse manos a la obra y por mediación de un disparo absolutamente imparable para De Gea, que rápido se convertiría en protagonista, rompió las esperanzas del United y su maleficio en los cuartos de final de la Champions League. El Barcelona acariciaba la penúltima ronda y todo gracias a su gran y muchas veces único argumento. La victoria parcial no debía ocultar el sufrimiento y la pésima actitud inicial de los culés.
Las apuestas habían caído en picado y el Barça era virtualmente equipo de semifinales, mientras el United, que había comprobado de primera mano la importancia de no perdonar, se iba a llevar un golpe durísimo encarnado en la figura de David de Gea. Messi acababa de anotar un auténtico golazo para poner el 1-0, y en su siguiente paseo por el balcón del área trazó un nuevo disparo, esta vez centrado, con la pierna mala y sin demasiada fuerza, que el portero de España se iba a comer con una cantada imperdonable para sus haters e indefendible para sus fervientes seguidores. De Gea es un portero de extremos, y en esta ocasión le tocó lo negativo.
El 2-0 acabó con el ritmo del partido después de la vorágine de los primeros minutos. Messi había domado a la fiera y el partido, en correspondencia se había tranquilizado como parece lógico con todo decidido. El descanso llegó no sin antes dejar otro momento con De Gea como gran protagonista en una jugada extraordinaria de Leo, que cedió a Jordi Alba y este a su vez a Sergi Roberto, que ya celebraba el gol cuando De Gea aparecía de forma casi involuntaria para realizar una parada salvadora, que no arreglaba nada, pero seguía tapando la posibilidad de goleada del Barça.
45 minutos de trámite
La segunda mitad no empezó como la primera. Los últimos 45 minutos iban a ser de amistad y reivindicación, buen momento para ver si el United podía al menos intentar la machada o si Messi dominaría de nuevo con puño de hierro al igual que había sucedido anteriormente. El nivel no había sido demasiado alto, pero la emoción por el comienzo del United y las virguerías de Leo dieron un color a la primera mitad que la segunda iba a tener difícil de igualar.
Coutinho era uno de los jugadores necesitados de reivindicación y, con todo decidido, se soltó y mostró su gran disparo para poner el 3-0 en una nueva estirada inútil de De Gea. El cancerbero aún parecía seguir dándole vueltas a la jugada del segundo, pero los culés tampoco se lo ponían fácil para resarcirse. Una chilena del crack argentino a punto estuvo de culminar una noche perfecta para el barcelonismo
La noticia de la victoria parcial del Ajax sobre la Juventus de Cristiano pasó a copar el interés del público del Camp Nou, mientras el United tiraba de orgullo tras el carrusel de cambios para lograr al menos el gol de la honra y a punto estuvo de conseguirlo, pero la falta de puntería, y sobre todo, un Ter Stegen que permanece en la pelea con Oblak por la consideración de mejor guardameta del mundo, fueron suficientes para que el Barça pasara a cero a semifinales y con una certeza por encima del resto. Si el Barcelona es tan candidato como el que más para la Champions es por que Messi es un auténtico diablo para el resto de contendientes.