El día que Zidane cogió del cuello a Luis Enrique

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Zidane y Luis Enrique protagonizaron una tangana en un Clásico.

Tirando de hemeroteca, buscando en el baúl de los recuerdos que cantaría Karina, nos encontramos con una imagen, un vídeo, un momento que no deja de ser anecdótico a la par que motivador para el madridismo. En bucle desde el sábado en el Bernabéu y las tristezas se convierten en motivaciones más rápido que Falete en un buffet libre. Porque Zidane y Luis Enrique ya saben lo que es estar frente a frente. Literal. Y ahí Zizou, ya saben, es peligroso.

Esperando que sea igual de mortífero dirigiendo a sus soldados blancos, que ahora mismo están peor que un marine estadounidense volviendo de Vietnam, la imagen ya inunda las redes sociales como un recodo para la esperanza. Un Clásico en la 2002-2003, que nunca es un partido cualquiera; y el Bernabeú, que nunca será cualquier estadio, vibraron con una tangana de ambos entrenadores, con medias y de corto, como protagonistas.

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Dos rivales que, en aquel momento, gozaban de distinto prestigio mundial. Zidane era, sin lugar a dudas, el mejor jugador del planeta; Luis Enrique, un traidor para el Real Madrid y un héroe fallido español que nunca sangró lo suficiente para Sándor Puhl en aquella ‘carantoña’ que le brindó el odiado Tassotti. Zidane aguanta el balón como siempre lo hacía: cadera hacia afuera, pies de bailarina, y estirándose hacia un escorzo imposible para birlar a Puyol. Lo logra pero el central se va al suelo aquejándose de un manotazo del genio francés.

El árbitro pita falta y Luis Enrique, sabiéndose en tierra hostil, como Artur Mas en la Castellana, se marca una coreografía que ni Pitbull bebido. Se va a por Zidane que no se corta en enseñarle la patita. El resto, como 9 de cada 10, acabó en un todos contra todos con el Bernabéu encendido. Mucho tendrán que cambiar las cosas para calentar a un estadio blanco que languidece desde hace meses con un equipo entregado al raquitismo. La batalla, como si se tratará de Charles Xavier y Magneto en X-Men, ahora será en los banquillos. Los ‘Z-Men’ tendrán que intentar destruir la hegemonía de un Luis Enrique que, con traje, es más grande que Zizou. De momento.

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