Las contradicciones del asesinato del padre de Michael Jordan

A día de hoy el fallecimiento de James Jordan sigue siendo una incógnita. Daniel Green, uno de los dos condenados a cadena perpetua por su asesinato, continúa manteniendo su inocencia, lo que alimenta diferentes especulaciones sobre la muerte del padre de Michael Jordan.

La madrugada del 23 de julio de 1993, James, conducía un Lexus que su hijo le había regalado. El padre del escolta regresaba de un funeral que se había celebrado en Carolina del Norte y decidió salirse de la autopista para descansar.

El 3 de agosto, el cuerpo de sin vida de James fue encontrado en un pantano situado a 30 millas de distancia. Estaba vestido. Solo le faltaban los zapatos y los policías que llegaron no le encontraron ningún documento que permitiera identificarlo. Su cuerpo estaba tan desfigurado que nadie pudo reconocerlo, por lo que fue incinerado cuatro días más tarde. La familia de Jordan no denunció su desaparición hasta el 12 de agosto. Veinticuatro horas más tarde, gracias a los registros dentales, pudieron identificar el cuerpo.

Los días posteriores al asesinato de James, dos jóvenes de 17 y 18 años, Larry Demery y Daniel Green usaron su Lexus y el teléfono que había en él, lo que permitió a los investigadores llegar a ellos. Al parecer, ambos quisieron secuestrar al padre de Michael Jordan, aunque terminaron disparándole en el pecho cuando éste se despertó.

Las contradicciones en la investigación del asesinato de James Jordan

Una investigación forense llevada a acabo por Jennifer Elwell aseguró que en el Lexus había manchas de sangre. Otro investigador sostuvo que la camisa de James Jordan tenía un agujero rodeado por un aro negro resultado del disparo del arma de fuego.

Años más tarde, en 2011, Elwell se desdijo y confesó a los abogados de Green que no podía asegurar que la mancha del coche fuera de sangre. Sospechosamente, esa prueba fue destruida poco después del juicio, violando todas las normas de preservación de evidencias.

Los abogados de Daniel Green también presentaron un primer informe forense que indicaba que su camisa no tenía un agujero en el pecho, sino tres agujeros más abajo, lo que sugiere que se la sacó o desgarró durante el tiroteo. Un segundo informe señalaba que “la ausencia de  un agujero en la camisa a la altura del pecho contradice la teoría de que Jordan estaba acostado en su coche cuando fue disparado».

¿Participó Daniel Green en el asesinato del padre de Michael Jordan?

Cabe señalar que Larry Demery se declaró culpable enseguida y aceptó declarar contra Daniel Green, que se había proclamado inocente. Según este último, ambos estaban juntos en casa de un amigo de fiesta. Larry Demery se fue y tres horas más tarde le pidió que le acompañase a una zona conocida por el crimen y la prostitución, donde había estado negociando la venta de droga con una persona en un Lexus rojo con el que había empezado a discutir y terminó matándolo de un tiro. Ambos decidieron arrojar su cuerpo al otro lado de la frontera estatal. Durante el juicio celebrado en 1996, los abogados de Green fallaron en conseguir testimonios de que su defendido estaba en la fiesta cuando ocurrió el asesinato, tomando como valedera la versión de Demery.

Pero lo más oscuro del caso es que en aquel juicio, según los abogados de Daniel Green, se intentaron ocultar las conexiones con el narcotráfico que tenía la oficina del sheriff del condado de Robeson que llevó adelante la investigación del crimen y los arrestos. La misma noche del asesinato, Larry Demery llamó desde el Lexus a Hurbet Larry Deese, un importante traficante de droga de la zona, hijo de Hurbert Stone, el sheriff del condado Robeson. No deja de ser sorprendente que los investigadores del caso entrevistaran a todas las personas a las que había llamado Demery, menos a Deese.

“Pienso que deberían revisar la evidencia. Si ustedes revisan la evidencia, la evidencia habla por sí misma. No hay evidencia que yo maté a Jordan, porque yo no lo hice”, dijo Daniel Green en Five Chicago en un reportaje publicado el 27 de abril de 2018.