El City invierte sus cuartos en Suiza
Victoria plácida del Manchester City, que tiene pie y medio, por no decir los dos, en los cuartos de final de la Champions League a falta de disputarse la vuelta en el Etihad Stadium. Los de Pep Guardiola se impusieron con contundencia por 0-4 – en el marcador y en el juego – a un Basilea que no fue capaz de plantarle cara en su propio estadio al conjunto británico.
El partido pudo llevar un guión completamente diferente si no llega a ser por Oberlin. Pese a que el Manchester City salió de los vestuarios siendo dueño ya del balón. El camerunés de 20 años tuvo en sus botas el primer gol del partido, pero el nerviosismo le ganó la partida a la serenidad y no pudo hacer nada ante una expeditiva salida de Ederson.
Instantes después, Oberlin volvería a ser protagonista. Esta vez por una caída dentro del área que bien podía haber sido penalti de Otamendi. El central argentino se olvidó del balón y fue directo a interceptar al africano, pero para el colegiado fue carga legal del ex defensor del Valencia.
El City no perdona
Tanta posesión del Manchester City acabó traduciéndose en gol. Un córner botado por Kevin de Bruyne encontró la cabeza de Gundogan en el primer palo para que el ex del Dortmund mandase el cuero al fondo de la red. Tampoco tardó en llegar el segundo, que llevaría la firma de Bernardo Silva. Un centro de Sterling y un mal despeje de la zaga suiza permitió al portugués controlar con el pecho, colocarse el balón en la pierna izquierda y soltar un zurriagazo al que poco pudo hacer Vaclik.
Y como no hay dos sin tres, el Kun Agüero se sumó a la fiesta. Una buena carrera de Fernandinho fue aprovechada por el delantero argentino para sacar un latigazo desde 30 metros para perforar la red del Basilea ante la atenta mirada de la estatua de Vaclik. Un 3-0 en el marcador que reflejaba claramente lo visto sobre el verde. Un resultado con el que se llegaría al intermedio.
Pese a que el partido – y la eliminatoria – ya estaban prácticamente resuelta, la afición del Basilea no dejó de creer. Como tampoco lo hizo el equipo durante unos minutos. La figura de Ederson emergió para realizar una de las pocas paradas que tuvo que hacer durante el encuentro. Un disparo de Elyounoussi obligó al meta brasileño a volar para evitar el tanto de los suizos.
Gundogan pone la guinda
Esto se convirtió finalmente en un espejismo porque apareció el mago Gundogan para agitar la varita sacarse un gol de la chistera. El centrocampista recibió en la frontal del área y con una tranquilidad parsimoniosa recortó a un defensor antes de dar un pase con el interior – que se coló por la escuadra – a la red del Basilea.
Durante los últimos veinte minutos el Manchester City bajó una velocidad. Como también lo hizo el Basilea, aunque ninguno de los dos desconectaron del partido. Los suizos buscaban recortar diferencias, mientras que los de Pep querían meter el quinto aprovechando la velocidad de Sané o de un pase mágico de David Silva en su paseo por Suiza.
El gol no llegó para ninguno de ambos bandos, pero la felicidad sí que cayó del lado británico. El Manchester City se fue triunfante de Suiza, con los dos pies y la cabeza en los cuartos de final de la Champions League gracias al doblete de Gundogan y los goles de Agüero y Bernardo Silva.