Ackermann se lleva la victoria de rebote

Sam Bennett es el tirano de los sprints en la Vuelta a España… pero acabó sin victoria tras ser descalificado por una maniobra ilegal. El ciclista irlandés celebró el triunfo en Aguilar de Campoo pero finalmente la victoria fue para Ackerman, que entró segundo en meta. Los favoritos no sufrieron pérdidas, más allá de un inoportuno pinchazo de Roglic que no le ocasionó ningún lamento de cara a la clasificación general de la carrera.

La Vuelta llegaba a Aguilar de Campoo, un destino en el que los aficionados ya habían podido disfrutar de un final en otras tres ocasiones. En la última, el italiano Danielle Bennati se impuso al sprint y ocho años después la resolución de la etapa no iba a tener un final diferente. El recorrido, de 157 kilómetros, no era ni lo suficientemente prolongado ni con altos en el camino como para eliminar a los grandes velocistas. La fuga, con sólo dos valientes –Bagués y Osorio– no tenía visos de llegar a meta, como se comprobó a más de 20 kilómetros del final.

Dentro de una paz generalizada en el pelotón, las caídas, sin gente importante de la general implicada, y el pinchazo de Primoz Roglic a 12 de meta fueron los principales puntos a seguir antes de la preparación del sprint. El pelotón despertó del letargo para la preparación de la inevitable llegada masiva en Aguilar de Campoo, y el ritmo se incrementó ostensiblemente en el grupo, liderados hasta el último kilómetro por Lotto Soudal.

Una vez ahí, los hombres más rápidos tomaron protagonismo y a pesar del inicio de sprint, comandado por el aspirante Ackermann, pronto Bennett tomó su distancia y fue arrebatando la ventaja al alemán, metro a metro, hasta levantar los brazos con la ventaja suficiente como para currarse la celebración de su segundo parcial en la vuelta. Finalmente, hubo drama para el irlandés, que fue descalificado por una maniobra ilegal en los últimos mestros. Ackermann se llevó la victoria.