Un Barcelona sin alma

Sin Messi no hay paraíso. O al menos eso fue lo que se desgranó del nuevo tropiezo del Barça en el Camp Nou ante el Eibar. Otra vez, y ya van nueve, el conjunto culé comenzó un partido de la Liga Santander perdiendo. Otro. Y como viene siendo ya habitual en este equipo, la reacción fue tímida, pobre y sin apenas argumentos. Les está faltando alma, fe y hasta ganas para revertir estas situaciones. El Barça de Koeman solo ha sido capaz de sacar siete puntos de los 27 que tuvo en juego en partidos en los que el rival comenzó marcando.

Que no estuviera Leo Messi ayer ante el Eibar sólo llevó al Barça a empeorar lo que ya estaba dañado e inconexo. En este último no estuvo el argentino pero sí estuvo presente en los ocho anteriores. Él no es determinante o eso dicen los números. Tras una primera parte sin apenas ocasiones, con un penalti a favor que lo acabó tirando Martin Braithwaite fuera estando Antoine Griezmann sobre el campo y un gol anulado al danés por fuera de juego, fueron los armeros los que aprovecharon la desconexión de Araujo para hacer lo que ya habían hecho ocho rivales antes, romper el 0-0 en su favor.

Kike García no falló en el mano a mano ante Ter Stegen antes de la hora de partido. Tuvo pocas el Eibar pero estaba dentro de un plan que salió bien, se van con un punto. Y es que el Barça reaccionaría tímidamente y aprovecharía una buena incursión de Junior por la izquierda que centraba y encontraba a Dembélé para el 1-1. El punto que sumaron los culés fue el séptimo que lograba tras ir comenzar perdiendo, se fueron por el retrete otros 20.

Recapitulemos. El 4 de octubre comienzan los vaivenes para Koeman en el Barça. El Sevilla, el primer rival sólido al que se enfrentan los culés, arranca el partido marcando. De Jong hace el 0-1 en el Camp Nou a los ocho minutos. Pese a que Coutinho respondería en una acción posterior (1-1), solo cosecharían un punto de aquella tarde. Se perdieron dos.

Octubre fue un mes negro para los blaugrana en Liga. El Getafe se hizo valer en el Coliseum con el gol de penalti de Mata (1-0). Tres puntos perdidos. El Real Madrid golpearía primero en el Clásico en el Camp Nou. Ansu Fati le siguiera pero entre Ramos y Modric dejaban de nuevo a cero al Barça (1-3). El Alavés repite la fórmula del Sevilla. Gol de Luis Rioja para abrir el marcador y Griezmann igualaría. Dos puntos menos.

Tras aquello, ante el Atlético de Madrid se iría de vacío otra vez. Carrasco abría la lata en un partido que se resolvería con lo mínimo (1-0). Otro partido en blanco. Dos semanas después, visita a Cádiz con el mismo botín: nada. Álvaro Gímenez hacía el 1-0, Alcalá se coloba el empate y Negredo hacía el 2-1.

Ante la Real Sociedad, en la mejor primera parte de los culés esta temporada, lograrían lo que no habían hecho antes, darle la vuelta al marcador. Willian José abría la lata pero entre Jordi Alba y De Jong hacían el 2-1. Se mascó de nuevo la tragedia al final pero sumaron su único +3 tras comenzar por debajo.

Previo a esta última ante el Eibar, ante el Valencia también comenzaron a abajo y sumaron un punto tras comenzar perdiendo con el gol de Diakhaby. Messi y Araujo voltearon el marcador pero Maxi Gómez se encargó de sumar en el Camp Nou, algo que esta temporada parece estar de oferta.

Este Barça de transición está exento de alma, de la garra que permite cambiar el sino de un partido de estas características. Que en nueve de sus primeros 15 partidos de Liga comenzó perdiendo, que en solo cinco pudo rascar algún botín y que solo en uno (¡1!) logró darle la vuelta al marcador. Koeman pone «muy complicada» la Liga y es que así es difícil aguantar el ritmo de Madrid y Atlético.