Naturaleza
Especie invasora

Este tierno animalito era el favorito de los niños: hoy es una plaga que arrasa ecosistemas en Sudamérica

  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

El mundo animal es diverso, fascinante… y siempre logra sorprender. No todo es lo que parece: para que un animal se considere invasor, no hace falta que sea grotesco, agresivo ni que tenga unos colmillos enormes. A veces, su impacto viene disfrazado de ternura, con ojos grandes y manchas blancas que despiertan curiosidad.

Este es uno de esos casos, pues esta especie es uno de los favoritos de los niños en películas y programas infantiles. Aparece en una de las producciones más icónicas de Walt Disney y, al mismo tiempo, está generando un problema serio en Sudamérica, especialmente en Argentina y Uruguay.

Este es el animal invasor que parecía inofensivo y ahora es una amenaza

Este mamífero tiene un pelaje rojizo cubierto de manchas blancas. Su aspecto recuerda al clásico venado Bambi. No obstante, su comportamiento en los ecosistemas sudamericanos no es nada entrañable.

El ciervo axis (Axis axis), originario del sur de Asia, llegó a América del Sur de la mano de figuras como Aarón de Anchorena, que lo introdujo en sus fincas privadas en Argentina y Uruguay hace más de 100 años.

Lo que empezó como un «lujo» de coleccionista se convirtió en un error ecológico. Sin controles ni predadores naturales, el axis empezó a expandirse por regiones enteras: se ha detectado en Buenos Aires, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén, y también en zonas del litoral uruguayo como Florida y Canelones.

Su población crece de forma descontrolada, lo que agrava su impacto en la biodiversidad y en las actividades productivas.

Se alimenta principalmente de hierbas, brotes tiernos, hojas, frutos, flores silvestres y cultivos agrícolas. Su dieta amplia le permite adaptarse con facilidad a distintos entornos, pero también lo convierte en una amenaza directa para la vegetación nativa y las cosechas.

Cómo amenaza este ciervo a los ecosistemas de Sudamérica

Los daños que provoca no son menores. Compite directamente con especies autóctonas como la corzuela o el venado de las pampas, empujándolas fuera de su hábitat. Devora cultivos de maíz, sorgo o soja, perjudicando al sector agropecuario. Además, sus excrementos contienen semillas de plantas invasoras, lo que acelera la degradación del entorno.

Además, actúa como vector de enfermedades que pueden transmitirse al ganado e incluso a los humanos, como la leptospirosis o la tuberculosis bovina.

Los expertos advierten que se trata ya de una plaga. Algunas regiones han declarado al ciervo axis como especie perjudicial, autorizando su caza controlada. La medida busca reducir el número de ejemplares sin provocar la extinción, pero sí recuperar el equilibrio ecológico perdido.

Desde las Confederaciones Rurales Argentinas se han emitido comunicados alertando sobre el riesgo que supone esta especie para la producción nacional y la seguridad vial, debido a su presencia cada vez más frecuente en carreteras rurales.

El mayor problema es su imagen. Mientras el jabalí, otro invasor introducido en la misma época, genera rechazo inmediato, el axis se beneficia de su apariencia «bonita».

Sudamérica enfrenta hoy una invasión silenciosa y simpática, pero peligrosa. El axis no es un personaje de cuento, sino que es un problema real.