El Barcelona quiere quitarse ya de encima a Coutinho
La secretaria técnica tiene orden de encontrar una salida a Coutinho antes del 24 de enero, fecha de las elecciones para dar con el nuevo presidente del Barcelona
El club culé pasa por una situación nefasta situación económica y quiere sacar algo de rédito por el jugador
Philippe Coutinho, antes del 24 de enero. Esa es la fecha que se ha fijado desde la Junta Gestora para encontrarle una salida al mediapunta brasileño, la fecha límite antes de las elecciones en las que se votará al nuevo presidente del Fútbol Club Barcelona. Así lo hace público el Diario Ara que apunta a Carles Tusquets como el que ejecuta la orden directa para Ramon Planes, director de la secretaría técnica del club.
La idea de la Junta Gestora es que el nuevo presidente pueda ejecutar la venta del Coutinho en cuanto tome el control del Barça tras el recuento de los votos el 24 de enero. Pese a que existen en el pasado excepciones –en 2015 con Ramon Adell y los fichajes de Arda Turan y Aleix Vidal–, los estatus del club impiden que la Junta provisional tome decisiones de este calado, de ahí que el objetivo de Planes sea acordar esa salida y dejar lista para ejecutar en la última semana del mercado, ya con nuevo mandamás en el club.
Philippe Coutinho ha desaprovechado las últimas oportunidades que ha depositado en él Ronald Koeman. La fe y la confianza del holandés desde que llegara al banquillo culé ha sido total, aunque en las últimas semanas esta se haya visto reducida y absorbida por el impacto del joven Pedri sobre el césped. El canario retrata en cualquier comparación al carioca.
El brasileño convenció desde el primer día a Koeman. Su predisposición a aprovechar su última oportunidad en el Barça era máxima y desde los primeros entrenamientos el holandés decidió que se lo quedaba, que abortaran cualquier intento de venta. Así fue y Coutinho fue una de las piezas fijas en el esquema durante los primeros compases de la temporada, aunque los resultados del equipo no acompañaban ni al equipo ni beneficiaban al propio Coutinho.
Ni como mediapunta, ni como interior ni en el extremo, Coutinho no ha despuntando en ninguna de las posiciones en las que le dio minutos Koeman. Solo jugó dos partidos en Champions y nueve en Liga, de los que salió como titular en siete y de los que fue sustituido en seis. No es, ni de lejos, una pieza inamovible para su entrenador, que ha dada mayor valor e importancia a un chico de 17 años como Pedri y a un Braithwaite que hace poco más de un mes parecía en el limbo.
El dinero manda
En términos deportivos, Coutinho no cuaja, aunque es cierto que el fondo de armario del Barça actual es corto, muy corto. Su baja, de no llegar refuerzos, sería un problema para la planificación de la presente temporada. Aunque su salida, de encontrar un comprador generoso, podría reportar un buen pellizco a amortizar en enero por el nuevo presidente blaugrana.
La situación económica del club es crítica y una venta importante, como podría ser la del carioca, significaría un alivio de calado para las arcas. El propio Tusquets ya detalló los problemas de tesorería y algunos de los precandidatos ya han mencionado en sus intervenciones la realidad del club. La venta de Coutinho podría dar a las a los fichajes de Memphis Depay e incluso de Eric García, dos de los hombres tanteados en octubre que no cuajaron por los problemas con el límite salarial.
Coutinho tiene además una particularidad en su contrato que preocupa en Can Barça. De alcanzar con la elástica culé los 100 partidos oficiales deberán abonar otros 20 millones de euros al Liverpool por su traspaso en 2018 que ya costó 120 kilos fijos y que en variables podían alcanzar los 160. Una auténtica despilfarro por el brasileño que queda lejos de amortizar deportivamente lo que costó.