El Barça se da un homenaje a costa de un Girona suicida
El Barcelona entra en plena forma en la semana donde se juega la Liga. Los culés golearon sin apenas esfuerzo a un Girona valiente –casi suicida– en el Camp Nou después de que los visitantes se adelantaran en el marcador y no supiesen contener un festival goleador liderado por Leo Messi y Luis Suárez. La voracidad de la pareja dejó visto para sentencia el choque al descanso y permitió a Valverde rotar pensando en el próximo domingo cuando viene el Atlético de Madrid.
El Girona, sin embargo, sorprendió en el inicio del partido gracias a un error grosero de Umtiti. El central francés intentó proteger el balón esperando la llegada de Ter Stegen cuando Portu le robó la cartera y anotó dando a los dos postes en el segundo minuto de juego.
Los visitantes ni se creían lo que estaba ocurriendo por lo inverosímil del gol y la empanada rival. Machín no tenía un plan B si ocurría un accidente como éste y dejó a sus cinco defensa defendiendo en línea junto con una línea de presión agresiva sobre la defensa rival que tenía como contrapartida mucha libertad de movimientos para los centrocampistas culés.
Dos minutos después llegaba la reacción local con una combinación eléctrica entre Busquets, Messi y Luis Suárez. El uruguayo se quedaba sólo contra Bono después de que Aday le habilitase inexplicablemente no guardando la línea de cinco. El delantero anotó con una facilidad pasmosa e inició el camino para que los rojiblancos cayesen como un castillo de naipes.
Tras unos minutos de tanteo, con el Girona incluso disfrutando de la posesión, el Barça le encontró el truco al sistema de un Machín que esta vez no optó por defender al hombre a Messi con Maffeo y quizá lo pagó muy caro. El argentino estaba suelto y motivado –quizá por la muerte de su abuelo– y a la primera concesión que encontró hizo lo que quiso.
El Girona volvió a fallar en su coordinación defensiva y permitió a Leo recibir, driblar y soltar un latigazo desde dentro del área para confirmar la remontada. El argentino, sin embargo, quería más y más y olió la sangre. En el minuto 31, se sacó una genialidad en forma de falta desde la frontal. Amagó con tirarla por encima de la barrera para colarla por abajo y volver a deleitar a un Camp Nou que ya no veía a los visitantes como un rival.
El festival era cada vez más evidente. Y a la fiesta se apuntó un Coutinho con el que conectó Messi en la jugada del cuarto gol para regalarlo en bandeja a Luis Suárez. La velocidad de pases y juego eran casi de videojuego ante un rival completamente desbordado.
Dembélé y Coutinho se soltaron
El descanso no cambió el panorama para nada. Suárez estrelló un balón en el poste a los cinco minutos de salir de vestuarios. El Girona, ya con todo perdido, se encomendaba a unas contras muy complicado donde Lozano –el delantero que sustituía al titular Stuani– no daba la talla para inquietar a Ter Stegen.
El Barcelona acumuló una buena y una mala noticia en este segundo periodo. La mala fueron las prematuras retiradas de Piqué, con dolores en la rodilla que se lesionó en el derbi contra el Espanyol, y de Semedo, tras sentir un pinchazo en una carrera. La buena fue que los fichajes por fin se enchufaron. Coutinho y Dembélé se quitaron la timidez con dos jugadas marcas de la casa que fueron el 5-1 y el 6-1.
El brasileño se sacó de la chistera uno de los goles de la jornada después de soltar un derechazo desde 25 metros para colocar el balón imposible para Bono. Mientras que el francés asistió a Luis Suárez para el sexto gol tras una gran galopada en la banda derecha. El Barcelona seguía sumando más palos y travesaños en su temporada alcanzando el 36 en este encuentro. Los culés han recuperado la chispa que muchos decían que habían perdido en el duelo de Stamford Bridge.