Final Four: Fenerbahce 75 - Real Madrid 94

Ayón se reivindica dando el tercer puesto al Real Madrid en la Euroliga

ayón
Gustavo Ayón vuela por encima de la defensa del Fenerbahce.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

En el partido que nadie quiere jugar, ese en el que se disputa el tercer puesto de la Euroliga y se da un premio de 300.000 euros al ganador, Gustavo Ayón se dio por aludido tras su horrible encuentro en las semifinales de la Final Four ante CSKA de Moscú. El mexicano lideró al Real Madrid al triunfo con 23 puntos sin fallo en el tiro, 11 rebotes y 36 de valoración frente a un Fenerbahce que dimitió en el último cuarto.

Los blancos irrumpieron en el partido en una versión dominante con Campazzo repartiendo juego –7 asistencias en 8 minutos– al tiempo que la defensa capitalina era cuanto menos pegajosa gracias al plus que dio la presencia del capitán Felipe Reyes. El cordobés no entiende de partidos descafeinado y jugó este bolo como si de una final se tratase.

El numeroso público del Fenerbahce –con más de 5.000 aficionados en las gradas del Buesa Arena– reclamó intensidad en los suyos viendo que ya perdían por una decena de puntos. Fue entonces cuando los turcos reaccionaron por medio de un excelso Sloukas –como domina el partido– haciendo diabluras ante una defensa blanca que tampoco quiso desgastarse en exceso pensando que el martes se juega el primer puesto de la Liga Endesa frente a Valencia.

Ayón, ‘on fire’

El Madrid sabía que si quería ganar el partido tendría que dar un paso adelante y en esa circunstancia Gustavo Ayón pidió el balón respondiendo con un tremendo cuarto. El mexicano estaba en la picota por su discreto encuentro ante el CSKA y los rumores de que no seguirá de blanco. Pues bien, con minutos como los que hizo novias no le faltarán si sale del equipo dirigido por Pablo Laso.

El pívot nacido en Tepic firmó 14 puntos, 4 rebotes y un 7 de 7 en tiros de campo para hacer 18 de valoración en ese periodo y distanciar a un Fenerbahce que había llegado al receso por delante en el marcador. Los blancos anotaron 31 puntos en un periodo que además vio 8 tantos de un Thompkins que siempre deja detalles ofensivos de fino estilista.

Con seis de ventaja entrando en el último cuarto, los blancos hicieron una exhibición defensiva ante un Fenerbahce que dimitió en el periodo final como ya hiciese ante el Anadolu Efes en la anterior semifinal. Los turcos se quedaron sin anotar durante los seis primeros minutos del periodo permitiendo un parcial de 0-15 para el Real Madrid. 

Los blancos, pese al golpe del viernes, salen reforzados tras vencer de forma seria y convincente al Fenerbahce. Pese a que no había mucho en juego, los chicos de Laso necesitaban un baño de autoconfianza para el último título que queda en juego. Ver a Ayón recuperar su mejor versión escudado en un extraordinario Campazzo –12 puntos, 15 asistencias y 34 de valoración– da motivos al Madrid para pensar que lo que pasó al CSKA fue simplemente un mal sueño.

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