El Atlético vuelve a sonreir tras golear a Osasuna (0-3)
El Atlético de Madrid se impuso por 0-3 en un encuentro que se resolvió en un minuto con los tantos de Godín y Gameiro. A partir de ahí el partido fue un mero trámite en el que los equipos esperaban el pitido final. Antes de la conclusión del choque, Carrasco hizo el tercer tanto colchonero.
El Cholo Simeone salió de inicio con Tiago y Gabi en el centro del campo, tal como hizo en ante el PSV. Lucas entró por el lesionado Filipe Luis, mientras que Carrasco se quedó en el banquillo, ocupando Correa su lugar en el campo.
Tardó solamente un minuto el Atlético en disponer de la primera oportunidad clara de gol. Flaño intentó despejar el cuero, pero chocó en la cabeza de Tano, dejándole grogui. Griezmann recogió el rebote, al más puro estilo pintball, para avanzar con la pelota en los pies y dejársela a Gameiro. El ex del Sevilla chutó al primer toque y su esférico se marchó rozando la cepa del palo.
Después de las dos derrotas consecutivas que el Atlético acumulaba en Liga, el miedo se metió en el cuerpo de los rojiblancos cuando Mateu Lahoz señaló el punto de penalti. Giménez empujaba a Oriol Riera y el colegiado señalaba los once metros. Oblak emergería como héroe adivinando y despejando el disparo de Roberto Torres en la pena máxima.
Partido intenso por parte de los dos equipos, que a la media hora de juego ya sumaban dos cartulinas amarillas cada uno. Pudo abrir la lata Ángel Correa pero se topó con Nauzet Pérez. Griezmann metió quinta y condujo una contra perfecta para dejar solo al argentino. Correa se plantó ante el arquero grancanario, que detuvo en dos tiempos el disparo del colchonero.
Pero como recoge el dicho, a la tercera va la vencida. Godín adelantó al Atlético con un cabezazo tras un córner botado por Koke. El uruguayo se elevó con un F16, ganó a Oriol Riera en el salto para perforar el arco rojillo. Un murmullo se venía escuchando desde hace semanas a orillas del Manzanares. «Ya no marcamos de cabeza», decían, pero ahí estuvo Godín para callar bocas.
Literalmente no transcurrió nada de tiempo en el que la afición de El Sadar contempló el segundo tanto rojiblanco. Gran asistencia de Correa, que picó un balón por encima de la zaga de Osasuna. Gameiro recibió, corrió y batió a Nauzet Pérez para poner el 0-2 en el luminoso.
Segunda parte de trámite
En el segundo acto, los hombres de Joaquín Caparrós adelantaron líneas. No querían dar por perdido un partido que ya tenían cuesta arriba, pero una tras otra se estrellaban contra un muro rojiblanco – hoy de negro – bien colocado y ordenado.
Pasada la hora de juego, los futbolistas del Atlético pidieron penalti por una clamorosa mano de Oier. El futbolista de Osasuna evitó lo que pudo ser gol de Tiago con su brazo, con el que arrastró la trayectoria del esférico alejándolo de la portería.
Una segunda mitad con pocas ocasiones. Partido muy disputado en el medio del campo. El Atlético cerraba a la perfección cualquier intento de incursión de Osasuna. Los locales no metieron en problemas ni a Oblak, ni a la zaga colchonera.
Cuando se cumplía el tiempo reglamentario, Carrasco no desperdició un regalo de la zaga rojilla. Unai García erró y el belga aprovechó su velocidad punta para plantarse ante Nauzet Pérez y hacer el tercero del Atlético.
Mateu Lahoz señaló el final de un encuentro que le permite a los de Simeone volver a sonreir. El Atlético regresó a la senda del triunfo en el campeonato liguero, demostrando que seguirá luchando hasta el final. Mientras tanto, Osasuna tendrá que permanecer una semana más en zona de descenso.