El Atlético no puede ni con el Granada ni con Gil Manzano

El Atlético se estrelló contra su inoperancia y contra Gil Manzano, que para no perder la costumbre volvió a perjudicarle dejando sin sancionar un claro penalty a Griezmann en la primera parte. El empate alimenta el atasco que sufren esta temporada los rojiblancos ante los colistas y le priva de dos puntos importantísimos en su objetivo de pelear por la segunda plaza. Ahora deberá afrontar cinco partidos finales de máxima exigencia en los que no sólo está en juego el subcampeonato, sino sobre todo la clasificación para la próxima Champions.

El Atlético pisó con garbo el césped del Metropolitano y Carrasco tardó solo un minuto en forzarle la tarjeta amarilla a Quini. El Granada, intimidado por el arranque rojiblanco, empezó a dar pasos hacia atrás y cuando quiso darse cuenta estaba metido en su propia área. La sensación que dio el inicio del partido fue que en cualquier momento llegaría el 1-0, pero lo cierto es que el tiempo fue pasando y aunque el balón frecuentó el área nazarí ni una sola vez los centros laterales encontraron el destino que buscaban. Sentados uno al lado del otro, los dos delanteros centro del equipo, Cunha y Luis Suárez se dirigían miradas cómplices. Nunca había sido tan necesaria la presencia de un rematador, de un verdadero número nueve capaz de transformar en algo positivo los desbordes que una vez tras otra era capaz de llevar a cabo Carrasco en la izquierda.

Poco a poco el Granada fue separando las aguas y empezó a atravesar el océano alejando al Atlético de zonas peligrosas. Maximiano apenas fue requerido más allá de para lanzarse al suelo a atajar un disparo colocado pero muy tibio de Rodrigo de Paul y el resumen del primer tiempo acabó siendo paradójico porque lo cierto es que hubo más remates entre los tres palos de Oblak que del portero portugués, aunque ninguno de ellos llevó peligro real.

Sí que volvió a ser un peligro para el Atlético Jesús Gil Manzano, aunque ésta ya es una historia recurrente para los rojiblancos, que saben que cada vez que se encuentran con el árbitro extremeño llevan las de perder. A los 30 minutos un centro lateral buscó a Griezmann en el área. El francés no llegó a rematar porque el pie de Víctor Díaz impactó contra su tibia e incluso le abrió una pequeña brecha. Un contacto que nadie puede discutir, un contacto que se produjo dentro del área y ante el que Gil Manzano se inhibió por completo. El Metropolitano empezó a hervir y acabó estallando cuando en el descuento paró el partido y se fue a por Savic para enseñarle tarjeta por una jugada que había sucedido mucho antes. La amonestación impedirá al montenegrino jugar el próximo encuentro de Liga en San Mamés.

Simeone comprendió en el descanso que el partido reclamaba un delantero centro y envió al campo a Luis Suárez en sustitución del joven Javi Serrano, que en el día de su debut dejó detalles interesantes. Con 19 años tiene todo el mundo por delante y capacidad sobrada para conquistarlo. Vrsaljko también se sumó a la tarde para situarse como central y permitir a Hermoso desplazarse a la izquierda en sustitución de Reinildo, que había sido amonestado en la primera parte y con el que el Cholo, conociendo a Gil Manzano, no quiso arriesgar.

Suárez tardó sólo tres minutos en dejar su impronta con una cesión a Griezmann, cuyo zurdazo salió a un palmo del poste para convertirse en la primera oportunidad clara del partido. El Atlético abrió la veda y Correa se sumó a la ofensiva con un disparo desde fuera del área que también generó peligro. El comienzo fue idéntico al de la primera parte, tanto en el origen como en el desenlace porque el Granada aguantó los golpes de pie y el envite no tardó en periclitar. Simeone miró a su derecha y ordenó a Lodi que acelerara el calentamiento. El brasileño pisó el césped por primera vez a los 65 minutos en sustitución de un gris Correa.

Cunha fue el siguiente relevo de un Atlético metido otra vez en un atasco, con el Granada saliendo con más frecuencia de la cueva y con la grada impacientándose. El partido alcanzó su momento decisivo sin un solo disparo peligroso entre los tres palos y Simeone empezó a verle de verdad las orejas al lobo mientras en la banda contraria Karanka apostaba por la veteranía de Bacca y Montoro con el primer objetivo de proteger un punto de oro.

El Atlético entonó el canto del cisne con un cabezazo fuera de Savic a los 88 minutos y con un disparo de Cunha al poste a los 89, pero ya no dio para más, aunque la tarde dejó para la anécdota el debut de Giuliano Simeone, que tuvo tiempo de forzar una falta que permitió a Suárez buscar sin éxito el gol del triunfo en un golpe franco. Al final empate a cero que les mucho más útil al Granada que a los rojiblancos, que deberán remar ahora contra corriente.