Gran Premio de Japón de F1

Alonso da la cara con una vuelta histórica y Stroll se convierte en la cruz de Aston Martin

El último intento del asturiano en la Q3 está entre los mayores esfuerzos de su carrera

Alonso
Fernando Alonso en Suzuka. (Getty)
Kike Sáez

A la altura del mejor. Así fue la vuelta de Fernando Alonso en su último intento de la Q3 de la clasificación en el Gran Premio de Japón de Fórmula 1. El asturiano, en un ejercicio de esfuerzo titánico, se metió en un top 5 que no esperaban en Aston Martin e intentará completar la machada con un podio en la carrera de este domingo. De momento, su gran actuación en la quali le hizo colocarse a sólo cuatro milésimas de Carlos Sainz (4º), un tiempo infinitamente mejor al de su compañero, Lance Stroll, que cayó en la Q1.

Diferencia abismal entre un piloto y otro de un equipo en el que manda Alonso. Las mejoras sirvieron de ayuda para acercarse a los mejores, pues la distancia con la pole, ocupada nuevamente por Max Verstappen, fue únicamente de cuatro décimas. Pero quien llevó las habichuelas al garaje verde fue el bicampeón del mundo, que incluso llegó a preguntar por radio cómo exprimir aún más ese AMR24 antes de su último intento.

«He hecho una vuelta en Q3 por encima de las posibilidades», afirmaba el propio Alonso, al que las predicciones le colocaban séptimo en el mejor de los escenarios. Finalmente, ese quinto puesto le sitúa a un peldaño del que sería su mejor resultado de este inicio de Mundial y a dos de un nuevo éxito tremendo, que sería el soñado podio.

Cara y cruz en Aston Martin. Por un lado, el asturiano elevó hasta el máximo las prestaciones de su monoplaza y Stroll, en serios apuros para domar el suyo en todos los sectores, volvía a demostrar sus debilidades. Así lo definía el propio Alonso: «Cuando estás en ese límite del bien y del mal puede salir cara o cruz, hoy salió cara».

Krack se rinde a Alonso y se lamenta con Stroll

«Nos dijo que no podía ir más rápido y aún así lo hizo. Es muy fuerte», dijo un Mike Krack, jefe de Aston Martin, rendido hacia su piloto estrella tras el desenlace de la clasificación. Alonso fue el único que junto a Verstappen bajó su tiempo de un intento a otro. Y es que, después de firmar el segundo mejor tiempo en Q1 y mostrar solidez en Q2, el asturiano obró otro milagro llevando al coche verde a una posición irreal.

El luxemburgués también tuvo palabras para Stroll tras su batacazo: «Agridulce porque el objetivo era tener a los dos coches en la Q3 y no lo hemos conseguido. Esa ha sido la parte agria». Y es que Aston Martin tiene que trabajar en ver qué pasa con el canadiense, ya que ese garaje es el más dispar de la parrilla.

Bien es cierto que los británicos han dado un paso de gigante. Alonso lo confirmó bajando los tiempos en Suzuka respecto al año pasado de 1.683 segundos a 0.489 de la pole. Los tiempos con Red Bull poco a poco van disminuyendo y los españoles vuelven a estar ahí arriba para presentarse como alternativa por si a Verstappen o Checo Pérez les falla el ritmo de carrera.

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