Tras la agónica remontada al Rayo, el Atlético ya mira al derbi. Al segundo de la semana para los rojiblancos, que se enfrentaron al conjunto vallecano en la jornada intersemanal en un partido sellado con alegría aunque bien pudo ser drama. Los de Simeone caían 1-2 a falta de diez minutos hasta que Julián Álvarez se sacó dos picaduras para revertir la situación.
Una vez consumada la victoria, la afición del Atlético atisba el siguiente derbi, esta vez ante el Real Madrid. Un duelo capital, en el que los rojiblancos se juegan su ser en la Liga. Una victoria les impulsaría en confianza y situaría a seis puntos del los blancos, actuales líderes del campeonato. Aunque una derrota significaría decir adiós a la Liga. Y eso que el calendario todavía marca septiembre.
El derbi se disputa el sábado, pero la afición del Atlético ya lo juega en la grada. Al término del partido contra el Rayo, entonces y sólo entonces, el punto de mira se centró en el Real Madrid. «Que se enteren los vikingos, quién manda en la capital». Ese fue el cántico lanzado al cielo de Madrid desde el fondo sur del estadio, el pulmón musical del Metropolitano.
A ello le siguió el clásico «el que no salte madridista es», acompañado de los saltos de la afición colchonera en la grada. Todo ello sucedió bajo la atenta mirada de la plantilla rojiblanca, que permanecía sobre el terreno de juego agradeciendo el apoyo de sus aficionados. Simeone también mira ya al Real Madrid. «Tendremos un partido duro con un rival que viene ganando todos los partidos», expresó.
Marcos Llorente, el hombre de las mil y una posiciones, tampoco ocultó que la remontada frente al Rayo supone el mejor trampolín para afrontar el derbi del próximo sábado. «Es importante ganar para todo lo que viene, el Madrid, la Champions… Son muchos partidos seguidos, pero el equipo está muy unido»,argumentó.