Soy azafato y ésta es la razón por la que jamás debes apoyar la cabeza en la ventanilla del avión
Cuando pensamos en un vuelo largo, lo primero que se nos viene a la mente es la comodidad y el descanso. Es normal que los pasajeros, al subir al avión, busquen la forma más cómoda de acomodarse en su asiento para aprovechar el tiempo de vuelo y descansar un poco antes de llegar a su destino, y una de las formas más habituales de hacerlo es recostarse en la ventanilla, descansando la cabeza sobre el cristal. Sin embargo, hay algo que pocas personas saben: este gesto aparentemente inocente puede representar una serie de riesgos.
Una de las principales razones por las que no se recomienda apoyar la cabeza en la ventanilla del avión tiene que ver con la integridad estructural de la aeronave. Las ventanas de los aviones están fabricadas con capas de vidrio y plástico resistente para resistir las diferencias de presión entre el interior y el exterior del avión. Sin embargo, el apoyo constante de un pasajero sobre el cristal puede ejercer una presión adicional. Si bien los aviones se someten a rigurosos controles de calidad, la acumulación de fuerzas adicionales puede generar un desgaste a largo plazo.
¡No apoyes la cabeza en la ventanilla del avión!
Durante el vuelo, es muy común que el avión experimente variaciones en la atmósfera que pueden generar movimientos bruscos, lo que se conoce como turbulencias. Si un pasajero tiene la cabeza apoyada en la ventana, los movimientos inesperados de la aeronave pueden hacer que su cabeza se golpee contra el cristal con suficiente fuerza como para causar una lesión en el cuello o en la cabeza. Por eso, los asistentes de vuelo siempre recomiendan que los pasajeros mantengan la cabeza erguida durante el vuelo.
Además, hay otro factor importante que pocos pasajeros tienen en cuenta al apoyar la cabeza en la ventanilla del avión: la higiene. A pesar de los esfuerzos de limpieza del personal de cabina, la rotación constante de pasajeros implica que estas superficies pueden acumular bacterias, virus y otros patógenos, lo que aumenta el riesgo de exposición a gérmenes. Por este motivo, los azafatos aconsejan mantener las manos y la cabeza alejadas de la ventana siempre que sea posible.
A esto hay que sumar que, en situaciones de emergencia, los asistentes de vuelo deben ser capaces de acceder rápidamente a las salidas de emergencia o a las ventanas de la aeronave en caso de una evacuación. Si un pasajero tiene la cabeza apoyada sobre la ventana, esto podría obstaculizar la capacidad del personal de cabina para acceder de manera rápida y eficiente a las salidas. Por ello, mantener una postura que facilite el acceso a estos puntos de seguridad es una parte esencial de las normativas de seguridad de las aerolíneas.
Precisamente, muchas aerolíneas cuentan con normativas específicas relacionadas con la postura de los pasajeros durante el vuelo. Estas reglas están diseñadas para garantizar no sólo el bienestar de cada viajero, sino también la seguridad colectiva a bordo.
Alternativas para viajar cómodamente
Aunque puede parecer difícil renunciar al hábito de apoyar la cabeza en la ventana, hay alternativas sencillas que permiten viajar cómodamente sin comprometer la seguridad. Una de las opciones más comunes y efectivas es el uso de almohadas de viaje. Estas almohadas proporcionan soporte adecuado para el cuello y la cabeza.
Quienes no tienen una almohada de viaje a mano, también pueden improvisar utilizando tu chaqueta, bufanda o cualquier otro artículo de ropa que puedan enrollar alrededor de su cuello para proporcionar un soporte similar. Además, en vuelos largos, es recomendable reclinar ligeramente el asiento para disfrutar de una postura más relajada sin tener que depender de la ventana.
Conejos prácticos
Viajar en avión puede ser una experiencia placentera si tomas en cuenta algunos consejos para garantizar tanto la comodidad como la seguridad. Uno de los primeros aspectos a considerar es la importancia de llegar con tiempo al aeropuerto. Esto no solo te permite hacer el check-in tranquilamente, sino que también te da margen para pasar por seguridad y otros controles sin prisas.
En cuanto a la comodidad durante el vuelo, una de las mejores recomendaciones es usar ropa cómoda y ligera. Los vuelos largos pueden ser incómodos si no llevas ropa adecuada, así que opta por prendas que te permitan moverte libremente. Además, hidratarse es crucial, ya que el aire en la cabina puede ser bastante seco, lo que puede causar deshidratación. No olvides llevar agua suficiente y evitar bebidas alcohólicas, ya que pueden contribuir a la deshidratación.
En resumen, aunque puede ser tentador descansar la cabeza en la ventanilla del avión durante un vuelo, es importante tener en cuenta los riesgos asociados con esta práctica. Desde la seguridad estructural del avión hasta las preocupaciones de higiene y el riesgo de lesiones durante las turbulencias, los pasajeros deben estar conscientes de las implicaciones de sus decisiones.