La razón por la que cada vez que estornudas lo haces dos veces, según los expertos


Estornudar es uno de esos reflejos que todos nos conocemos desde pequeños, pero que, normalmente, pasa desapercibido y nunca nos detenemos a analizar. Sin embargo, si observamos con atención podemos observar un patrón de lo más curioso: cuando estornudas, siempre lo haces dos, o incluso tres, veces. Pero, ¿por qué ocurre esto? Parece un fenómeno trivial, pero los expertos señalan que detrás hay un complejo mecanismo genético y fisiológico muy interesante.
Lo primero y más importante es entender qué es exactamente un estornudo. Desde el punto de vista científico, el estornudo es un reflejo respiratorio involuntario que tiene como objetivo limpiar las vías respiratorias de polvo, polen, bacterias, virus o partículas irritantes. Cuando los receptores sensoriales de la nariz detectan la presencia de un agente irritante, envían señales a una zona del cerebro conocida como centro del estornudo, que se encuentra en el tronco encefálico. Luego, este centro se encarga de coordinar una serie de movimientos para que se produzca el estornudo, que puede alcanzar una velocidad de hasta 160 km/h.
¿Por qué estornudas dos veces?
Seguro que en alguna ocasión te has preguntado cuál es el motivo por el que estornudas dos veces, y los expertos apuntan a una serie de razones. Por lo general, el primer estornudo elimina la mayor parte del agente irritante. Sin embargo, suele quedar algo en las vías nasales, de manera que los receptores sensoriales se activan de nuevo y provocan un segundo estornudo. En este contexto, es un mecanismo de seguridad del propio cuerpo para que la limpieza sea completa.
Por otro lado, el cerebro tiene un sistema de redundancia para los reflejos vitales. Según la neurofisióloga Dr. Jane H. Foster, los estornudos repetidos se deben a que el centro del estornudo puede recibir múltiples señales casi simultáneas de distintos receptores nasales. Cada señal adicional puede dar lugar un nuevo estornudo, incluso antes de que el primero haya terminado por completo.
Algo muy curioso sobre este fenómeno es que no todos estornudamos de la misma manera. Estudios recientes sugieren que la variación genética influye en la sensibilidad de los receptores nasales y en la respuesta del sistema nervioso central. Por ejemplo, la condición conocida como estornudo fótico hace que algunas personas estornuden al exponerse a la luz brillante, y en estos casos, los estornudos suelen ser repetidos.
Finalmente, cabe señalar que hay una serie de factores que explican el motivo por el que estornudas dos veces. Uno de ellos son las alergias estacionales, ya que el moho, el polvo o el polen pueden activar los receptores nasales varias veces seguidas. Asimismo, la irritación de la mucosa nasal por resfriados o infecciones virales también aumenta la probabilidad de estornudos repetitivos.
Riesgos de aguantarse un estornudo
@drpiskulich Aguantarse un estornudo no te hace fuerte, te puede mandar al hospital. Literal 🤧 Puede parecer inofensivo, pero la presión que genera un estornudo bloqueado es brutal. Y sí, hay casos reales de personas con la tráquea perforada solo por no dejarlo salir. 😳 Así que ya saben: mejor estornudar con estilo (y con codo), que terminar en urgencias. 💬 ¿Alguna vez te aguantaste uno y sentiste dolor raro? Cuéntamelo en los comentarios 👇 #NoTeAguantesElEstornudo #DrPiskulich #CosasQueNadieTeCuenta #SaludConCriterio ♬ sonido original – Dr. Piskulich
Todos hemos sentido esa urgencia repentina por estornudar. Sin embargo, en ocasiones, por no interrumpir una conversación o porque estamos en una reunión, tratamos de reprimir el estornudo. Pues bien, aunque parezca un gesto inofensivo, los profesionales de la salud señalan que es muy peligroso y puede causar lesiones graves.
Un estornudo no es un simple soplido, sino una expulsión explosiva de aire que puede alcanzar velocidades de hasta 160 km/h. Además, genera una gran presión dentro de las vías respiratorias, incluyendo los senos nasales, la garganta y la tráquea. Cuando decidimos «aguantarlo», bloqueamos esa salida de aire con los músculos del cuello, la garganta y la boca. Esa presión, al no poder liberarse, se acumula dentro del sistema respiratorio y puede provocar daños internos.
Aunque parezca una exageración, los médicos han documentado casos de personas que terminaron en urgencias por intentar contener un estornudo. Entre las lesiones más sorprendentes se encuentran: perforación de la tráquea, ruptura de vasos sanguíneos, daños en los oídos… Estos casos, aunque son poco frecuentes, demuestran que el estornudo es un mecanismo de defensa natural que no debemos reprimir.
Consejos prácticos
El doctor Rasads Misirovs explica lo siguiente a la BBC: «debemos cubrir suavemente la cara con la mano o con la parte interna del codo para evitar que irritantes como virus, junto con la saliva y la mucosidad, lleguen a quienes nos rodean. Personalmente utilizo otra técnica presionando con el pulgar el labio superior, justo debajo de la nariz, sin bloquear los conductos nasales durante unos segundos; eso me funciona. Al dejar abiertas las fosas nasales, el estornudo puede escapar si la presión del labio no funciona».