¿Qué es el ‘efecto rodeo’? El nuevo problema de la DGT
Estamos viviendo una época de múltiples cambios en lo que a la normativa de tráfico se refiere. Esta semana hemos dado la bienvenida a los nuevos límites de velocidad en las ciudades, y también hace unas semanas se presentó el proyecto para transformar todas las autopistas y autovías de España en carreteras de peaje. En caso de imponerse esta medida, que previsiblemente entrará en vigor en el año 2024, muchos conductores optarán por circular por carreteras secundarias, en las que ocurren el 77% de los accidentes mortales. Por este motivo, la DGT se muestra muy preocupada por el conocido como ‘efecto rodeo’.
Consecuencias del ‘efecto rodeo’
Según una encuesta que ha realizado el RACE, el 73,7% de los usuarios no están dispuestos a pagar por el uso de las autovías tal y como plantea el Gobierno, mientras que el 21,3% se muestra a favor de la medida y el 5% prefiere no dar su opinión.
Esta encuesta confirma lo que sospecha la DGT: se produciría el ‘efecto rodeo’. El 52,3% de los encuestados buscarían siempre carreteras secundarias para ahorrarse el dinero del peaje, mientras que el 31,5% lo harían de vez en cuando. Apenas el 15,7% de las personas que han participado en la encuesta seguiría circulando por autovías y autopistas con peaje.
Los problemas que el temido ‘efecto rodeo’ provocaría son varios. Por un lado, supondría un incremento masivo del uso de carreteras convencionales, que en absoluto están preparadas para recibir tal afluencia de vehículos. Y, por otro lado, según el informe Eurorap 2021, hay 61 puntos en las carreteras convencionales españolas donde hay una tasa de accidentalidad muy alta. En el caso de Aragón, el 25% de este tipo de vías tienen un nivel de peligrosidad alto.
¿70 kilómetros por hora en carreteras secundarias?
Varios expertos han puesto el foco en estas vías, donde se producen la mayor parte de los accidentes de tráfico con víctimas mortales. A pesar de ser una medida impopular, consideran que la velocidad debería reducirse a 70 kilómetros por hora.
Según explican, de esta manera se reduciría la siniestralidad en las carreteras convencionales y, además, se evitaría el ‘efecto rodeo’ del que alerta la DGT cuando entre en vigor el peaje en autopistas y autovías en 2024.
Sin embargo, por ahora la Dirección General de Tráfico es algo que no contempla, y la velocidad límite continuará siendo de 90 kilómetros por hora.
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