¿Es peligroso el consumo de aspartamo?
Seguro que has oído hablar del aspartamo o aspartame. Lo conocemos como el segundo edulcorante artificial que más se utiliza.
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Seguro que has oído hablar del aspartamo o aspartame. Lo conocemos como el sustituto del azúcar y el segundo edulcorante artificial que más se utiliza, tras la sacarina. Ya es consumido actualmente por unos 200 millones de personas. Es bajo en calorías y se usa, habitualmente, para endulzar a determinados alimentos, estando presente en más de 6.000 productos.
Los encontramos sobre todo en bebidas con gas, yogures, caramelos, chocolates y comida preparada. Por tanto, el aspartamo es un sustitutivo del azúcar, pero no está exento de polémica al ser un edulcorante artificial, y por tanto, hay quien duda de su uso para mantener una buena, correcta y equilibrada salud.
Lo que hace el aspartamo en los alimentos es dotarlo de un sabor mucho más fuerte y dulce, pues es hasta 200 veces más dulce que el azúcar. Este edulcorante está aprobado por la FDA, Autoridad Alimentaria Estadounidense, aunque ha tenido que regular y rebajar sus cantidades en los alimentos. Pero es un alimento controvertido, puesto que se le acusa de provocar migrañas, daños cerebrales, infertilidad y hasta el desarrollo de ciertos cánceres, al contener una neurotoxina adictiva que afectaría nuestro sistema neuro-endocrino y tendría efectos carcinogénicos (causantes de cáncer).
Ahora bien, aunque se han realizado estudios, también faltan muchos datos para determinar que realmente el aspartamo produce directamente todos los problemas anteriormente nombrados. Hay que remarcar que su cantidad máxima recomendada es de 50 miligramos por kilo y día, algo que nunca se suele alcanzar a no ser que tomemos mucho edulcorante de forma exagerada. La media de lo que se suele tomar es de unos 14 miligramos por kilogramo/día en niños, y los 8,6 miligramos en adultos.
Hay incluso profesionales que defienden su uso porque dicen que reduce el consumo de azúcar y así esto ayuda a bajar y a controlar el peso corporal. Así que hay defensores y detractores, por lo que lo mejor es, cuando no estamos seguros de lo que podemos tomar, por un lado, preguntar a nuestro médico o nutricionista, y por otro, optar por edulcorantes algo más naturales para no perjudicar a nuestra salud. Llevar un estilo de vida saludable, es decir, con una dieta baja en azúcar, grasas malas, sal, además de combinar todo ello con el ejercicio físico (si puede ser diario, mejor) puede hacer que no tengamos que tomar según qué alimentos algo innecesarios.