Un nutricionista desmonta los beneficios de la avena en el desayuno: «Era para engordar cerdos»
Siempre hemos creído que la avena es uno de los mejores alimentos que podemos tomar a primera hora del día, pero un nutricionista asegura que no es así.
Y es que, aunque es un alimento con multitud de beneficios para la salud, también tiene un «lado oscuro» del que no siempre se habla.
La opinión de un nutricionista sobre la avena
«Cuando uno empieza el día con grasa y proteína en vez de con carbohidratos, en vez de con esos cereales que nos dijeron que eran saludables y la avena que ha servido toda la vida para engordar a los cerdos», comienza explicando.
Y continúa: «¿De dónde hemos sacado ahora que hay que comer avena para estar saludable? Cuando eso no tiene nada más que anti-nutrientes y restos de pesticidas como ya han demostrado todos los estudios».
Por último, señala que «cuando uno empieza el día con huevos, aguacates, bacon, carne, pescado, uno no tiene esos antojos por azúcar durante el día».
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Aunque la avena es beneficiosa para la salud cardiovascular debido a su contenido de beta glucano, que ayuda a reducir el colesterol LDL, el consumo excesivo de este cereal puede tener efectos adversos. Entre ellos, se encuentra el aumento en la frecuencia cardíaca. Además, el consumo exagerado de avena puede interferir con el sueño y provocar insomnio.
Asimismo, cabe señalar que la inclusión de avena en la dieta puede provocar cierta hinchazón gástrica, especialmente si se produce un cambio brusco en los hábitos alimenticios, pasando de una ingesta baja de fibra a consumir grandes cantidades de avena sin una transición gradual. En estos casos, es común experimentar hinchazón acompañada de molestias abdominales y flatulencias.
¿Cómo debe ser un buen desayuno?
Los alimentos que consumimos en el desayuno tienen un impacto significativo en la respuesta fisiológica del cuerpo, tanto a nivel físico como mental. El desayuno se considera una de las comidas más importantes del día por varias razones. En primer lugar, proporciona la energía y los nutrientes necesarios para iniciar la jornada y ayuda a restablecer los cambios metabólicos que ocurren durante la noche.
Es crucial reponer nuestras reservas energéticas antes de comenzar cualquier actividad, ya que durante la noche se agotan gradualmente. Nuestra principal fuente de combustible es la glucosa, que se obtiene de los hidratos de carbono, garantizando así un adecuado funcionamiento cerebral. La fibra es esencial para mantener la salud intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.
Además, las vitaminas desempeñan un papel clave en múltiples funciones, como el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo. Por otro lado, los minerales son esenciales para el crecimiento, el mantenimiento óseo y dental, así como para la función muscular.
Los alimentos esenciales para el desayuno se dividen en los siguientes grupos:
- Vegetales: incluye frutas y verduras frescas o congeladas, preferiblemente enteras y con piel cuando sea posible. Este grupo aporta una variedad de vitaminas, minerales y fibra necesarios para comenzar el día con energía.
- Cereales o granos enteros: engloba alimentos como pan integral, avena, espelta, trigo, cebada, quinoa, centeno, amaranto en su forma integral o en copos.
- Proteínas saludables: incluye huevos (preferiblemente no fritos), lácteos como yogur bajo en grasas (evitando productos con alto contenido de grasa como la nata o el queso muy curado), legumbres y carnes magras o fiambres bajos en grasa como pechuga de pollo o pavo.
- Grasas saludables: este grupo comprende frutos secos y semillas naturales, sin adición de azúcar, sal o grasas. También se incluyen fuentes de grasas saludables como el aceite de oliva virgen extra, pescado azul y aguacate. Estas grasas son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo y proporcionan una sensación de saciedad.
Falsos mitos sobre la alimentación
La creencia de que beber agua durante las comidas engorda es infundada. El agua no contiene calorías, por lo que no contribuye al aumento de peso. Además, no provoca retención de líquidos, sino que estimula el funcionamiento renal y ayuda al equilibrio hídrico del cuerpo. Incluso puede ser beneficiosa en dietas para perder peso, ya que ayuda a reducir la ingesta de alimentos al provocar una sensación de saciedad. Algunas teorías sugieren que el agua podría diluir los jugos gástricos y afectar la digestión, pero en realidad se necesitaría una gran cantidad de agua para que esto ocurriera. En resumen, es recomendable beber agua en cualquier momento del día, de manera pausada y relajada.
La creencia de que se pierden las vitaminas en el zumo rápidamente tampoco es cierta. La vitamina C, soluble en agua, se oxida fácilmente por la luz y la temperatura, generando ácido dehidroascórbico. Sin embargo, este ácido conserva las propiedades de la vitamina C. Solo en condiciones extremas, como calentarlo a 120ºC, se podrían perder. Por lo tanto, no hay necesidad de preocuparse por perder vitaminas al beber zumo, aunque el sabor puede volverse ligeramente amargo.