Limpieza

Ni vinagre ni lejía: el sencillísimo truco de Ikea para evitar que tu lavavajillas huela mal

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Interior de un lavavajillas. Foto: Pexels.

Qué molesto es cuando aparece el mal olor en los electrodomésticos de cocina. Y a veces no es sólo incomodidad, también puede indicar fallos de mantenimiento o acumulación de residuos. Entre ellos, el lavavajillas es uno de los más sensibles. A pesar de que existen múltiples métodos caseros, la empresa sueca Ikea popularizó una alternativa que sorprende por su sencillez.

No recurre a vinagre ni lejía, y su aplicación es rápida. Descubrir cuál es este método puede marcar la diferencia en la higiene doméstica cotidiana y en el funcionamiento correcto del aparato.

¿Qué hay que hacer cuando el lavavajillas huele mal, según Ikea?

Antes de aplicar cualquier método, es importante asegurarse de que el aparato esté limpio en su interior. Ikea propone una solución distinta, sin químicos agresivos, que puede complementar las medidas de higiene habituales.

Estas son algunas acciones recomendadas para mantener el lavavajillas en buen estado:

  • Limpiar el filtro cada dos semanas: el filtro retiene los restos sólidos y puede convertirse en un foco de bacterias si no se mantiene adecuadamente.
  • Revisar el desagüe, verificando que no esté taponado: si el agua se acumula en el fondo, es muy probable que el mal olor provenga de ahí.
  • Ventilar el aparato tras cada uso: dejar la puerta entreabierta permite que se evapore la humedad, reduciendo la posibilidad de aparición de moho.
  • Evitar el uso de ambientadores perfumados como único recurso: enmascaran el olor sin resolver el problema de raíz.

Y lejos de lo que podría esperarse, Ikea no recurre a productos químicos ni a costosos dispositivos para mantener fresco el interior del lavavajillas.

La propuesta se basa en el uso de una esponja de luffa. Este producto natural, habitual en la sección de baño, se adapta perfectamente al entorno húmedo del electrodoméstico.

¿Qué es la luffa y cómo funciona?

  • Absorbe la humedad residual: al colocarse en el interior del lavavajillas, ayuda a secar zonas que no ventilan correctamente.
  • Evita el moho: al reducir la humedad acumulada, limita las condiciones necesarias para que proliferen hongos y bacterias.
  • No deja residuos ni fragancias: a diferencia de otros productos, no interfiere con los ciclos de lavado ni con los alimentos que entran en contacto con el electrodoméstico.

Modo de uso:

  • Colocar una esponja de luffa seca en la bandeja superior del lavavajillas tras cada lavado.
  • Dejar la puerta entreabierta durante una o dos horas.
  • Reemplazar la luffa cada mes o cuando se deteriore visiblemente.

Este truco no interfiere con el funcionamiento del aparato y puede integrarse fácilmente en la rutina de limpieza general.

¿Por qué a veces los lavavajillas desprenden mal olor?

El uso cotidiano del lavavajillas conlleva una exposición constante a restos de comida, grasa y humedad. Aunque está diseñado para limpiar, es habitual que acumule residuos que terminan por generar olores desagradables. Estos aromas no sólo resultan molestos, también pueden señalar problemas mayores en su interior.

El hecho de que un lavavajillas huela mal no siempre está relacionado con un fallo técnico. En la mayoría de los casos, la causa se encuentra en prácticas de uso diario o en una limpieza insuficiente.

Estas son las razones más frecuentes para que un lavavajillas huela mal:

  • Acumulación de residuos de comida: cuando los platos no se enjuagan previamente, los restos se depositan en el filtro y la parte baja del aparato.
  • Obstrucciones en el drenaje: si el agua sucia no puede salir correctamente, se estanca, creando un ambiente propicio para la proliferación de bacterias.
  • Presencia de moho: especialmente en las juntas de goma o en zonas que no se secan bien tras el ciclo de lavado.
  • Uso prolongado sin limpieza: dejar platos sucios en el interior durante horas o días sin poner en marcha el programa puede derivar en malos olores persistentes.

Una correcta rutina de limpieza es clave para prevenir estos problemas, aunque existen trucos que pueden hacer más eficaz el mantenimiento.

¿Cómo mantener a diario el lavavajillas?

Aunque el método de Ikea puede ser útil, es clave combinarlo con una limpieza profunda periódica del electrodoméstico. Estas acciones son especialmente importantes si el lavavajillas huele mal con frecuencia:

  • Ciclo de limpieza en vacío: una vez al mes, ejecutar un ciclo a 65 °C con una taza de vinagre en el fondo y dos cucharadas de bicarbonato en el dispensador.
  • Limpieza de juntas y paredes interiores: usar un paño con agua y jabón para eliminar restos invisibles que se adhieren a zonas menos accesibles.
  • Revisión de los brazos aspersores: asegurarse de que los orificios por donde sale el agua no estén bloqueados por cal o restos de comida.

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