Tu lavavajillas reluciente en minutos: el secreto natural y sin químicos que no conocías
El lavavajillas es uno de los electrodomésticos que no pueden faltar en las cocinas modernas. Sin embargo, con el tiempo, puede acumular suciedad, malos olores y restos de comida que afectan tanto su rendimiento como la higiene de los platos. La limpieza regular del lavavajillas no sólo mejora su funcionamiento, sino que también ayuda a alargar su vida útil y asegura que los utensilios salgan perfectamente limpios y sin restos de grasa ni malos olores.
Uno de los métodos más eficaces para limpiar el lavavajillas consiste en utilizar vinagre blanco y bicarbonato de sodio. A diferencia de los limpiadores comerciales, que pueden contener productos químicos agresivos, el vinagre y el bicarbonato son una opción mucho más amigable con el medio ambiente y ofrecen los mismos resultados: son potentes limpiadores naturales que eliminan los residuos y el mal olor, al tiempo que también ayudan a desinfectar y restaurar el brillo del electrodoméstico.
Cómo limpiar el lavavajillas con vinagre y bicarbonato
El primer paso para realizar una limpieza profunda del lavavajillas es asegurarse de que el filtro esté libre de residuos y suciedad. El filtro generalmente se encuentra en la parte inferior del lavavajillas, debajo de las aspas. Para limpiarlo, sigue estos sencillos pasos:
- Abre el compartimento del filtro y retíralo con cuidado. Si encuentras restos de comida o grasa, límpialos con un paño o papel de cocina antes de continuar.
- Si el filtro tiene un olor desagradable o parece muy sucio, remójalo en una solución de agua caliente, vinagre blanco y un poco de jabón durante al menos 30 minutos. Esto ayudará a aflojar los restos de grasa y suciedad adherida.
- Usando un cepillo de dientes viejo, frota el filtro para eliminar cualquier suciedad persistente. Si el filtro está muy sucio, déjalo a remojo durante 20 minutos adicionales en agua caliente con jabón y bicarbonato de sodio.
- Después de cepillar, enjuaga bien el filtro con agua caliente y vuelve a colocarlo en su lugar dentro del lavavajillas.
Una vez que el filtro esté limpio, es el momento de limpiar el interior del lavavajillas:
- Coloca 3 tazas de vinagre blanco (vinagre de limpieza) en el fondo del lavavajillas, asegurándote de que no haya platos ni utensilios dentro. El vinagre ayudará a disolver los restos de grasa y eliminará los malos olores.
- En el cajetín destinado al detergente, coloca de 2 a 3 cucharadas de bicarbonato de sodio. Este producto es conocido por su capacidad para eliminar manchas y neutralizar los olores.
- Programa un ciclo de lavado a temperatura alta (preferiblemente a 65°C). Durante el ciclo, el vinagre y el bicarbonato actuarán sobre las superficies internas, limpiando las paredes, el fondo y las aspas del lavavajillas.
La puerta es otra parte importante que hay que limpiar con regularidad, ya que acumula suciedad, grasa y restos de alimentos, especialmente en las gomas de sellado, un lugar ideal para la proliferación de moho.
Con un paño limpio y húmedo, pasa por las gomas y la junta de la puerta. Si detectas restos de moho, puedes utilizar una mezcla de agua y un chorrito de lejía para limpiarlas a fondo. Si tu lavavajillas tiene partes de acero inoxidable, evita usar lejía, ya que puede dañar el acabado. Una vez que hayas limpiado las gomas, asegúrate de secarlas bien con un paño seco para evitar que se acumule humedad, lo que podría provocar moho en el futuro.
Las aspas y los brazos rociadores son fundamentales para que el agua se distribuya correctamente durante el ciclo de lavado. Sin embargo, también pueden acumular grasa, suciedad y restos de comida, lo que reduce su eficacia. Para limpiarlas correctamente, desmonta las aspas y los brazos rociadores del lavavajillas. Límpialos bajo el grifo con agua caliente y un poco de jabón. Si no puedes desmontar las aspas, colócalas a remojo en un recipiente con agua caliente y jabón durante unos 20 minutos. Después, frota con un paño o esponja suave para eliminar la suciedad.
No olvides limpiar también la parte exterior. Para ello, puedes preparar una mezcla casera con vinagre, agua caliente y un poco de jugo de limón para lograr los mejores resultados.
Consejos adicionales
Una vez el lavavajillas esté limpio, es importante adoptar algunas medidas preventivas para evitar que se generen malos olores o que el electrodoméstico se ensucie rápidamente:
- Deja la puerta del lavavajillas abierta durante unos minutos después de cada ciclo para que la humedad se evapore y no se forme moho.
- Limpia el filtro del lavavajillas cada dos semanas si usas el electrodoméstico a menudo, o al menos una vez al mes si el uso es menos frecuente.
- Colocar cáscaras de limón o naranjas en la bandeja de los cubiertos puede ayudar a mantener un buen olor dentro del lavavajillas. Cambia las cáscaras cada 3 o 4 ciclos de lavado.
En definitiva, utilizar vinagre y bicarbonato de sodio es una opción económica y ecológica que puede ayudar a mantener el lavavajillas en perfectas condiciones durante mucho tiempo.